Las vereditas de Carlos Casares
Tienen esee….. que se yo Viste!
Salgo de mi casa por Balcarce
lo de siempre, en la vereda y en mí,
cuando de repente ¡Zas!, tropiezo
en un pozo y caigo al suelo…
Los versos de Balada para un Loco del genial Astor Piazzola y el poeta Horacio Ferrer bien podrían adaptarse para graficar el estado deplorable de las veredas casarenses, algunas con enormes pozos, otras con peligrosos desniveles, roturas, salientes, imposibles de transitar, cabal demostración del que me importa de los frentistas que piensan que las veredas son de otro, vaya a saber de quien….
Con decir que algunas no se han arreglado desde que décadas atrás se hizo la red de gas. Otras rotas por las raíces de los árboles también llevan años sin ser reparadas, al igual que muchas en la que los años le han despegado las baldosas y son un muestrario de roturas y pozos en los que tropiezan y caen los vecinos sin que nadie haga nada y cada vez estén peor.
No son demasiados los problemas casarenses, veredas, algunas calles, cosas pequeñas, lo demás está bien, podríamos decir muy bien, salvo algunos problemas que no dependen de la muni y son injerencia de la provincia o nación. Caso ABSA que nos roba con sus facturas y nos vende humo diciendo que es agua y no existe, y cuando existe está contaminada, y la podredumbre que nos arroja en las calles por el taponamiento de las cloacas.
Estimados vecinos frentistas: ¿Qué tal si acomodan sus veredas?. Por ellas circulan personas mayores, niños, el riesgo a sufrir accidentes es grande. La vereda es de todos, pero la responsabilidad es del frentista. Arreglarla es una muestra de buena vecindad.
Salgamos a volar queridos míos,
súbanse a su ilusión super-sport
y vamos a correr por las veredas
con una golondrina en el motor…