Nos referimos al comentario aparecido en el sitio digital La Política On Line, en el cual daba cuenta de que era un hecho el pase del intendente Torchio a las filas de Cambiemos. Tal comentario fue levantado por infinidad de medios provinciales y nacionales, incluso Clarín, El Popular, La Nación y otros. Ninguno de dichos medios intentó confirmar la noticia, el operativo de prensa ideado por el gobierno, ya que no puede llamárselo de otra manera dio un resultado formidable. Nadie discutía la especie, para todo el mundo, el intendente de Carlos Casares Walter Torchio se había puesto la camiseta de Cambiemos. Un peronista más para las huestes del partido gobernante. UNA MENTIRA TOTAL, ninguno de dichos medios, los nombrados y otros llamó al intendente Torchio para confirmar los dichos de La Política On Line. Si lo hubieran hecho habrían podido publicar el desmentido.
Esto nos hace acordar a aquel programa nacido a fines de los años ´80 Las Patas de la Mentira en la cual se publicaban verdades mentirosas, unas para referirse a actos fallidos, otras a operativos, pero todas con un común denominador, LA MENTIRA.
Ante la pregunta de El Oeste la respuesta del intendente Torchio fue tajante: «HAY ALGUNA RAZÓN PARA QUE DEBA PASARME A CAMBIEMOS?». Si los medios que difundieron la mentira se lo hubieran preguntado podrían haber puesto LA VERDAD y no ser cómplices de un operativo tal vez malicioso para generar inquietud en las filas de la oposición.
A tal punto ha sido dañina esa mentira que el propio senador Foglia cansado de ese jueguito de la política erótica, dijo no va más rompiendo una alianza que si bien estaba atada con alambre, sin coincidencias programáticas ni ideológicas, al menos servia para oponer resistencia en el ámbito local a una supuesta hegemonía del partido gobernante.
El triunfo de la mentira sobre la verdad. Son los tiempos que se viven, del todo vale, jugando con la opinión pública e intentando con una mentira generar temores políticos, hartazgo en los aliados y magros resultados en un vano intento de emular al despreciable ministro de propaganda nazi Joseph Goebels cuando decía «miente, miente, que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira, más gente la creerá».