Basta dar una vuelta por la ciudad para comprobar que una gran cantidad de locales comerciales en los que antes funcionaban almacenes, casas de regalos, tiendas y comercios de rubros tradicionales, hoy son reemplazados por locales de venta de elementos de tecnología y el mundo digital. Es así que se cuentan por decenas los comercios especializados en computación y otros tantos en telefonía celular, al igual que talleres de reparación de monitores, equipos de computación, impresoras, etc. Es que hoy todo el mundo tiene celulares, los cambia con frecuencia, muere por tener aquellos con mayores prestaciones y hasta se endeuda con tal de lograrlos. Lo mismo con las computadoras, las tablets y toda la tecnología de comunicación de la que hoy no se puede prescindir.Ya no se venden enciclopedias, los libros de texto casi ni existen, los chicos desde muy pequeños manejan con maestría las compu, tablets, los celulares y cuanto elemento digital tengan a mano. Incluso ya en los autos no se concibe la falta de conexión a dispositivos bluetooth, GPS, sensores de estacionamiento, cámaras, velocidad crucero, frenos ABS controles de estabilidad, etc., etc.
Una generación parece haber quedado afuera de todos estos adelantos, aunque muchos que hoy pintan canas se han sumado a la vorágine tecnológica, la usan, la disfrutan y la padecen. Ya nadie sale sin su celular, las parejas no hablan entre sí, lo hacen con otros a través de sus celus, los chicos se sumergen en las pantallas, todos mandan mensajes, caminan escribiendo, se ríen solos, en los restaurantes comen y miran hacia un costado en las pantallas de sus teléfonos, da la impresión que estuviéramos viviendo en un mundo de autómatas. Se compran los pasajes aéreos, una heladera, se pagan los impuestos, las cuotas, se saca un turno médico, se depositan cheques sin ir a ningún lado, todo desde el teléfono,
Probablemente en poco tiempo toda esa tecnología quedará obsoleta, será reemplazada por otra más sorprendente aún. Es difícil imaginarse lo que vendrá. Tal vez no puedan cambiarse los ciclos de la vida, ni digitalizar el amor o gamb-etearle a la muerte. Aunque.. .por ahí surge alguna prestación especial capaz de manipular el destino, y todo estará solucionado.