Hace unos días un lector muy observador nos envió unos comentarios relacionados con el mentidero político local bajo el título de “Intríngulis Chín-gulis”. Transitando ese mismo terreno, va este comentario:
En la reglamentación del Concejo Deliberante se establece que cuando un Concejal no puede estar presente por situaciones determinadas, debe solicitar licencia y ser reemplazado por un Concejal suplente de su misma lista. Esto a veces se soluciona por un “ausente con aviso”, que evita el descuento del tiempo de su ausencia y el reemplazo. Pero lo legal y ético es la licencia y el reemplazo.
Ahora bien, analizando los cambios producidos con la formación del Bloque “8 de Enero”, puede ocurrir un verdadero “intríngulis chíngulis” que puede tener sus bemoles.
En la lista de Cambiemos de las últimas elecciones, fueron electos 3 concejales: Jorge Zabala (PRO), Elisa Hernández y Ramiro San Juan (GEN)” quedando como suplentes inmediatos Rorlando Roli Rota (PRO) y Héctor Cortona (UCR).,
Los “bemoles” pueden ser los siguiente: Si Hernández o San Juan necesitan hacer uso de la licencia, deben ser reemplazados por los Concejales Suplentes (Rota o Cortona), y como ambos no pertenecen al GEN, no podrían ocupar una de las 4 Bancas de dicha agrupación y deberían sumarse (se estima) a las del Bloque de Cambiemos, al cual pertenecen, pero no les alcanzarían los 2 lugares que disponen en el Recinto del Concejo…
O agregan una “Banca móvil” para estas circunstancias o Hernández y San Juan están condenados a no faltar o a Ana Laffont se le presenta un complejo intríngulis chíngulis…