Dentro de las prioridades que deben existir en todo proyecto de gobierno, sea comunal, provincial o nacional, la salud es primordial.
Sería negar la realidad si no aceptáramos que en la gran mayoría de los gobiernos municipales casarenses la salud ha sido una de sus máximas prioridades. Unos lograron adelantos significativos, otros no tanto pero todos con mayor o menor éxito hicieron de la salud una prioridad.
El gobierno actual ha hecho de la salud una bandera. La reforma y mejoramiento del sistema de salud municipal ha sido integral. No solo planteando la prevención y atención primaria de la salud como paso fundamental, sino entendiendo que un sistema de salud debe funcionar en toda su complejidad, y así lo está haciendo y seguramente faltará mucho por hacer.
Hoy el hospital municipal es el único establecimiento de salud conque cuenta la comunidad. En Casares no existen clínicas privadas, el hospital y las salas sanitarias municipales atienden a toda la comunidad. Tal vez sea por todo eso que el nosocomio local ha sufrido en los últimos años una transformación notable, al verse dotado de aparatología de primer nivel, servicios con los que antes no contaba, modificaciones edilicias que lo han hecho funcional y moderno, hotelería a nivel de las clínicas privadas y por sobre todo un proyecto abierto a nuevos desafíos de crecimiento.
Cada vecino que pasa por el hospital vive su propia experiencia. Son muchos, muchísimos los que no encuentran palabras para elogiar la atención recibida, tanto desde el punto de los profesionales médicos como de los distintos servicios que se conjugan para que el paciente evalúe como óptimo dicho conjunto. La suma de agradecimientos que se expresan a través de los medios periodísticos y de las redes sociales así lo atestiguan.
Pero hay otros casos en los que se ventilan quejas, especialmente atribuidas a presuntos errores médicos, en algunos casos considerados graves y gravísimos que han determinado la muerte de un paciente, que a juicio de los que plantean dichas quejas, lo atribuyen a mala práxis médica. Como sucede generalmente esos casos se viralizan, logrando la suma de otras opiniones, muchas de las cuales crean confusión, generando cierta preocupación a nivel de la comunidad que no debiera existir.
No existe otro remedio para evitar que el tema entre en un cono de polémica, en la cual se pueden llegar a escuchar las más disparatadas opiniones, que la comuna inicie (en realidad ya lo ha anunciado) una prolija y concienzuda investigación a fin de deslindar responsabilidades y dilucidar si realmente los hechos denunciados han sido producto de mala práxis médica o si por el contrario los procedimientos médicos fueron los indicados. Luego actuar de acuerdo a las conclusiones, sin que le tiemble la mano al titular de salud para separar del sistema a aquellos profesionales que se han comportado con impericia, o en caso contrario convalidar su trabajo y brindar las explicaciones del caso.