Días pasados con motivo de un feriado largo, el conocido vecino Rolando Ferrari, Gerente de la Cámara de Comercio local viajó a Mar del Plata en compañia de su esposa Lily Scandizzo, y como es habitual salió a pasear por el centro, recorriendo las peatonales San Martín y Rivadavia viendo vidrieras. La esposa de Ferrari llevaba su cartera sujetada con las manos y en la parte delantera de su torso, una precaución para evitar un arrebato.
NO CONTABAN CON COPPERFIELD…
En un determinado momento la señora observó su cartera, comprobando que estaba abierta. Le llamó la atención y miró en su interior, comprobando el faltante de una carteríta portadocumentos en la cual llevaba sus documentos de identidad, carnet de conducir y tarjetas de crédito. ¡No lo podía creer!, se hacía cruces pensando de qué manera y cómo pudieron robarla sin que se diera cuenta, siendo que -como decía-mos- llevaba dicha cartera no a un costado sino en su parte delantera. Fue obra de un mago al que según Ferrari, dicho con humor, «hay que felicitarlo».
COMIERON COMO REYES Y TAMBIÉN
SE VISTIERON
Grande fue la sorpresa de Ferrari y señora cuando les llegaron los resúmenes de las tarjetas. El ladrón seguramente con cómplices había comido cinco veces en el reconocido restaurante del puerto Chichilo, adquirido pilotos y vestimenta en una reconocida casa textil y otros gastos en numerosos comercios por una elevada cantidad de dinero. No obstante previsor Ferrari había denunciado el robo de las tarjetas, por lo que no es responsable de dichos gastos.
VIAJEROS DEBEN ESTAR PREVENIDOS
Y ALERTAS
Lo sucedido a la señora del conocido vecino demuestra que la astucia y la profesionalidad de los rateros es mucha y que toda previsión es poca para evitar estas desagradables situaciones. Sea en viajes de turismo o a Buenos Aires u otras ciudades importantes deben estremarse los cuidados, hay malvivientes al acecho en todas partes, hasta cuando se habla por celular hay que tener cuidado porque de un manotazo los arrebatan y se dan a la fuga.