Bernardo Grobocopatel y su hazaña de llevar al club Agropecuario Argentino al Nacional B traspasó las fronteras de lo deportivo para ser de interés en la prensa nacional, entre ellas revistas de actualidad que se ocupan de ricos y famosos, caso la mítica revista Gente, que en su última edición le dedicó al casarense tres páginas ilustradas con numerosas fotos y jugosos comentarios. Es que Bernie Grobocopatel es una suma de lo deportivo y la notoriedad de su apellido y su repercusión a nivel de la producción cerealera, que por obra de su tio Gustavo Grobocopatel ascendió a niveles nunca vistos en el país. Es ahora Bernardo quién desde otra vidriera no menos importante alcanza la popularidad, ya que lo suyo (el llevar un club de pueblo chico al fútbol grande) tiene connotaciones de hazaña con un techo que aún no se conoce. Otro casarense que se destaca a nivel nacional, y eso debe orgullecernos.
El texto de la nota aparecida en la última edición de Gente es el siguiente:
BERNARDO GROBOCOPATEL
“En el fútbol no hay secretos: no se debe gastar más plata de la que entra”.
Presidente de Agropecuario, primo y ahijado de Gustavo Grobocopatel, el Rey de la Soja, cumplió el sueño de muchos futboleros. En su pueblo, Carlos Casares, fundó un club que en apenas seis años consiguió llegar al Nacional B sin acumular deudas y con los sueldos del plantel al día, todo un logro para los tiempos que corren.
Mi viejo estaba en coma y murió hace dos años y pico. En esos momentos de profunda tristeza, le prometí que alguna vez Racing iba a jugar por los puntos en Carlos Casares. Y no voy a parar hasta lograrlo…”.
A Bernardo Grobocopatel (44) lo embarga una doble emoción. Por un lado, el recuerdo cariñoso que le produce hablar de Jorge, el hombre que le dio la vida, la persona que a los cuatro años lo llevó al Cilindro de Avellaneda y le metió en la sangre la pasión por el fútbol y por la Academia. Por otro siente que ahora, junio de 2017, aquel sueño de ver a la albiceleste en su ciudad –de unos 25 mil habitantes a 320 kilómetros de Buenos Aires- está cada vez más cerca. Es que el club que fundó el 23 de agosto de 2011, hace apenas seis años, acaba de ascender al Nacional B. Casado con María y papá de Valentín (10), Juliana (5) y Pedro (4), el primo y ahijado de Gustavo Grobocopatel, el Rey de la Soja, cuenta cómo es eso de ser dirigente de fútbol en Argentina, tener el plantel al día y sin deudas, y conseguir títulos. Todo sin descuidar a la familia ni su trabajo de productor sojero, ya que día a día se levanta al alba para salir al campo con su tractor.
Bernardo, imagino que en estos años habrá escuchado: “¿Y cómo no va a ganar, si es un Grobocopatel…?”, ¿En cuanto influyó el apellido?.
En nada. Lo escuché y me molesta mucho. Porque Gustavo es mi primo, pero no tiene nada que ver con el club. Creo que vino a vernos sólo una vez, en un amistoso contra Argentinos Juniors, del que es hincha. Si hablamos tres veces en los últimos treinta años, es mucho.
¿Eso quiere decir que Los Grobo, la mayor empresa agropecuaria de la Argentina, no pone plata en el club?
Ni un peso
¿Y cómo hizo para saltar en seis años del Federal A la segunda categoría del fútbol argentino?
Laburando en el club veinte horas por día. Corro con la ventaja de tener a mi lado a María, la mujer que me banca todo. Lo mismo que mis hijos, muchas veces no pude ir a un acto del colegio por trabajar en el club. Y yo sé que a ellos les duele, pero saben que si no fui es porque estaba trabajando. Por eso, éste es un triunfo de toda la familia, de todos los jugadores, del cuerpo técnico, de todo un pueblo.
¿Cuál es el secreto de su éxito?
Entender que tenemos un presupuesto y hay que respetarlo, no podemos gastar más plata de la que nos entra. Por ejemplo, en el Federal A había cinco clubes con mayor presupuesto que nosotros, pero no nos desesperamos. Ascendimos sin deudas y a los jugadores les pagamos la mitad que otros clubes, pero los tenemos al día. Somos buenos pagadores.
¿Carlos Casares está revolucionado?
¿Qué te parece?. El club le cambió la vida al pueblo, porque les dio una oportunidad a los chicos. Tenemos escuelas de fútbol, inferiores, pensión para pibes que vienen de pueblos cercanos… ;Cosas impensadas hace unos años!. Este es el mejor ejemplo de que el deporte ayuda a la gente a tener un futuro mejor.
Cuando salieron campeones usted estaba en Brasil con su familia ¿Lo hizo por cábala?
Un poco sí. Y no me salió mal… además hice una promesa estar seis meses sin tomar helado ;con lo que me gusta: y ahora tengo que cumplir.
Si hacen un gran torneo, ascienden a Primera y juegan contra Racing, el equipo de sus amores ¿Por quién va a hinchar?
Por Agropecuario, sin dudas”. Racing es mi gran pasión, pero mi club es como mi hijo. Quiero llegar a primera y que mis nietos digan: “Este club lo fundó el abuelo”.