Tras haber sido dado de alta en el hospital se lo trasladó al penal de Las Tunas
La justicia ante la mejoría en el estado de salud del detenido Silvio Moralli, decidió su traslado a la unidad penitenciaria de Las Tunas, a la espera de la evolución de la causa, tras el espectacular procedimiento por drogadicción que se realizara el mes pasado en nuestra ciudad, siendo allanada e intervenida la comisaría local, decidiéndose la detención del Jefe Distrital Gustavo Vaccaro y el Jefe de Calle de la comisaría local Franco Bergonce por cohecho y complicidad. Además quedó también detenido el casarense «Tucho» Cartasso, mientras que el jefe de la comisaría Subcomisario Sergio Cervigno y un efectivo de apellido Basso fueron interrogados y todo indicaría que muy probablemente queden fuera de la fuerza policial, aunque no se puede precisar.
QUEDA LA GRAN INCÓGNITA
¿Se sigue investigando?, porque es evidente que quién tenía en su poder 2 kilos de cocaína no las tenía para consumo propio sino para distribuirlos en decenas de adictos, los que probablemente estén siendo «asistidos» por otros distribuidores, ya que no era la cabeza de una banda ni mucho menos, lo importante es desarticular la banda que provee droga a estos pueblos y por lo visto al mayoreo.
Si pensamos que tras el exitoso procedimiento realizado por la justicia en nuestra ciudad se terminó el problema de la droga, estamos equivocados. La investigación no puede parar, pero a nivel policial no se han restituido todos los cuadros y quien ejerce la jefatura distrital lo hace en forma interina, al igual que el designado jefe de la comisaría. La detención del Jefe Distrital y el Jefe de Calle, la desafectación del comisario y otros efectivos, obliga a comenzar de cero, lo que puede significar una dilación peligrosa, ya que la droga no duerme, es un negocio espectacular y se mueven personajes con mucho peso y muchos pesos como para seguir abasteciendo el mercado local y regional.