Desapareció un avión que despegó el lunes del aeropuerto de San Fernando rumbo a Formosa. Uno de los pilotos, Emanuel Vega, es hijo de un matrimonio que vive en esta ciudad. El padre trabaja en la cerealera Tomás y la madre es ferviente católica, colaboradora de la parroquia local.
La desaparición de una avioneta Turbohélice bimotor Mitsubishi LV MCV que partió el lunes a las 14,30 hs. del aeropuerto de San Fernando (hacia y desde dicho aeropuerto operan los aviones de los empresarios locales) en dirección a Las Lomitas (Formosa) con dos pilotos, Matías Ronzano de Lincoln y Emanuel Vega, radicado en Lincoln pero oriundo de Bahía Blanca, cuyos padres se domicilian en nuestra ciudad. La máquina conducía a un pasajero, Matías Aristi de la compañia Aibal S.A. con campos en la zona de Bragado y también en Formosa.
El avión perdió la comunicación con la torre a los pocos minutos de su despegue, cuando no habría recorrido ni 20 Km. de su lugar de despegue, razón por la cual en base a su plan de vuelo lo buscaban afanosamente por la zona del Delta. Algunos isleños dijeron haber escuchado explosiones por la zona de confluencia del Río San Antonio con el Arroyo Dorado.
El joven Emanuel Vega hizo el curso de pilotaje recibiéndose en el Aero Club local. Venía a Carlos Casares habitualmente, tenía numerosos amigos y por citar un caso participó del último triatlón realizado en nuestra ciudad, siendo ganador. Un hermano suyo falleció años atrás en circunstancias que desconocemos, pero valga el dato para tomar conciencia de la desesperación y angustia de sus padres que en el momento de escribir estas líneas estaban pendientes de la búsqueda.
El padre es empleado de la firma cerealera Tomás, y su madre -nos dicen-una ferviente católica colaboradora de la parroquia local.
Ayer pasadas las 14 hs. en distintos medios se afirmaba que el avión había aparecido y sus ocupantes fueron hallados muertos, mientras que otros medios con mayor prudencia preferían no hacerse eco de dichos comentarios, manifestando que no existía confirmación alguna.
Al confeccionarse la presente nota, la búsqueda no había arrojado resultado oficial alguno. Sólo queda esperar que el avión haya caído (si es que cayó) en algún lugar de la espesura del delta donde sus ocupantes estén con vida y los encuentren a tiempo.
UN MANTO
DE SOSPECHA
Intentando este cronista conocer más detalles sobre la desaparición de la aeronave pilotada por el joven cuyos padres viven en esta ciudad, nos encontramos conque en los análisis de expertos y periodistas, había como un manto de sospecha, sin precisiones, pero dejando a entender que al menos se trataba de «algo raro». Ninguno de los periodistas decía en que se basaba, pero daba la impresión de que la desaparición de la máquina, como si se hubiera esfumado, no era normal.