Para comenzar digamos que no tenemos nada con los motociclistas. La moto o los ciclomotores son un vehículo cómodo, rápido y obviamente más económico que un automóvil. Se han transformado además en un transporte familiar, ya que es común ver que padres y madres van a buscar a sus hijos en moto, o circulan de un lado a otro en trámites, a los médicos, al hospital, en fin, es el medio de movilidad de miles de casarenses. El problema se presenta cuando esos motociclistas no respetan las reglas de tránsito, tampoco los semáforos, los estacionamientos y como es sabido no circulan con el casco correspondiente. Para los automovilistas el circular por el radio urbano requiere un plus de atención ya que las motos se aparecen de improviso, cruzan la calles a mucha velocidad o se meten a contramano, dando lugar a que los accidentes con motos se han multiplicado de una manera escalofriante. Tampoco debemos ignorar que hay conductores de autos y camionetas que vulneran normas de tránsito o no están en condiciones de manejar por su impericia, edad o directamente porque lo hacen con total desprecio de los demás.
Conclusión: manejar un vehículo de cuatro ruedas se ha tornado más complicado, exige prudencia y atención, ya que aún no teniendo la culpa un accidente en el que se ve involucrada una moto, puede ser muy grave o hasta trágico para quien o quienes viajan en ella.
Se presume que en unos años más habrá un par de miles de motos más transitando, otro tanto de autos y camionetas, lo que hace presumir que el tránsito casarense si no se ordena convenientemente y si quienes conducen no respetan las normas, se convertirá en un verdadero pandemónium cuyas consecuencias no nos animamos a predecir.