Mil veces lo hemos dicho: las redes sociales son uno de los grandes adelantos de la comunicación entre las personas en el mundo moderno, pero también lo hemos dicho, el mal uso de las redes sociales las convierte en vehículo de todo tipo de inmundicias que rebelan en quienes mal las usan, una patética obsesión por ventilar sus cosas personales, desnudar su agresión hacia los demás y convertirlas en una verdadera cloaca.
Vaya como ejemplo lo ocurrido entre tres mujeres de conocidas familias de nuestro medio, de apellidos Campbell, Aronskind y Hofseft, trabadas en una riña de índole personal, usando a las redes sociales como vehículo de sus problemas. Pero no solo allí terminó la historia, sino que fueron más allá, hicieron denuncias policiales, amenazaron y terminaron en una agresión física en una plaza pública.
Y COMO SI ESO FUERA POCO…
Para relatar con un poco más de claridad los hechos, que lo hacemos porque tomaron estado público al haberse realizado una denuncia policial, es preciso decir que habiéndose desafiado dos de las contendientes a encontrarse en dicha plaza el titular de la comisaría local para evitar males mayores decidió acompañar a una de esas personas para poner paños tibios en el asunto y componer las cosas. Pero al llegar éste con una de las mujeres involucradas en el tema, la denunciante fue abordada por su oponente que abriéndole la puerta del auto tomó de los pelos a su conductora y comenzó a pegarle sin que el policía pudiera ponerle término a la pelea porque había quedado dentro del auto cuya puerta estaba trabada. Tal era la furia de la mujer atacante que terminó pegándole también al jefe policial, que finalmente logró imponerse y terminar la insólita pelea. ¿Cómo terminó?, en el hospital siendo curadas las lesiones de una de las mujeres, y la policía realizando actuaciones por «Amenazas, lesiones leves agravadas y resistencia a la autoridad», con actuación de la UFI Nº 3 del Dto. Judicial de T. Lauquen.
Cosa de locos.