La gran incógnita, evidentemente no lo era, los vecinos casarenses la tenían clara. El apoyo irrestricto del intendente Torchio a la lista de Cumplir (Randazzo), verdadero salvavidas de plomo que le implicaba una hazaña, no fue suficiente. Máxime en una elección de medio tiempo en la que el jefe comunal no plebiscitaba su gestión, sino que apoyaba a un candidato a senador nacional que no movió el amperímetro electoral, contra un kirchnerismo fuerte, que bifurcado en una interna de dos listas obtuvo una importante cantidad de sufragios. Todo ello configuró un panorama devastador para la lista oficialista local, que perdió ante Cambiemos por 2016 votos.
Se podrá pensar que las PASO no son definitivas, que los que mandan son los resultados de octubre, y ya hemos visto que los números suelen dar sorpresas. Para que ello ocurra, para que Memo Gemelli pueda dar vuelta la elección, deberán convencer al vecino que Cumplir, el partido de Randazzo, es tan sólo para la gestión local una cáscara vacía, que la sustancia es la gestión municipal, ya que es evidente que los catastróficos resultados de Cumplir no son un castigo al intendente Torchio, sino una combinación kafkeana políticamente de un kirch-nerismo que confesando su apoyo a Torchio lo dañó de una manera quizás irreversible en el escenario de octubre.
El papel de Cambiemos fue más allá de lo previsible, el protagonismo del ex-intendente y ahora senador «Peli»¨Foglia fue fundamental para que la oposición mantenga su fuerza en el deliberativo, aún a costa de enojos, portazos y ausencias. En política nada es permanente, los cambios son fruto de estrategias, apetencias, poder y militancia. Hacer la plancha en política suele ser fatal, y pruebas al canto, el timón de Cambiemos en Carlos Casares cambió de manos. Se verá ahora, o mejor dicho después de las generales, si el trabajo de Foglia es recompensado. Puede que si.
LA INTERNA KIRCHNERISTA
Unidad Ciudadana, el partido de Cristina Kirchner tuvo internas en Casares, por un lado Ada García con el plus del apoyo nacional y sectores del gobierno municipal, y por el otro el concejal Sergio Carciofi que por esas cosas que tiene la política fue condenado a bailar con la más fea, participando con boleta corta (sólo local), y sin apoyos económicos ni logísticos, quedando reducido a una campaña de a pie, a puro sudor. El resultado le fue adverso al joven concejal, imponiéndose la profe amiga de la sobrina nieta de Eva Perón y pareja de una mujer prócer del fol-klore nacional como lo es Maríam Farías Gómez. Lejos de bajonearse, en el reducto joven de Carciofi se vio más optimismo que resignación, haciendo honor literalmente a la frase de seguir participando. Hicieron una buena elección. De ellos es el futuro. Eso lo saben.
CAPRIOLI
La elección que realizó en Casares 1 País, el partido de Massa con el liderazgo de Maxi Caprioli fue excelente, los votos obtenidos todavía no le dan, pero si aumenta su potencial puede aspirar su pase al Concejo Deliberante colmando así las expectativas del hijo del ex-intendente, que de esa manera se afirmaría políticamente en el escenario local con aspiraciones de mucho más.
UN PANORAMA EXTRAÑO PARA ALGUNOS, LÓGICO PARA OTROS
Desde distintos àngulos del pensamiento político local se hacen análisis variados, todos coincidentes en que lo sucedido es cuanto menos impensado desde la visión de algunos protagonistas, mientras que para otros privó la lógica dándole la victoria a un partido que mantuvo su coherencia confrontando contra distintas vertientes del justicialismo que se bifurcaron llevándose trozos de un todo que unido le hubiera dado el más amplio de los triunfos.
Queda en el medio la gestión exitosa de un intendente que no ha sido cuestionada por el resultado de la elección, ya que los votos obtenidos por los ganadores son prácticamente la constante de la oposición al justicialismo, con una fluctuación relativa según las circunstancias. El tiempo lo dirá. El inmediato es octubre, será un desafió a los perdedores, el de 2019 es otra película.