En política los favores se pagan. Y si de favores hablamos el que le hizo el senador «Peli» Foglia a María Eugenia Vidal, es para decir «te debo una». El triunfo de Foglia con Cambiemos no fue casual, hizo lo que tenía que hacer. Aprovechó al máximo la división del peronismo, con dos fracciones kirchneristas, la oficialista de Randazzo y el massismo, jugó fuerte a la hora de negociar la lista, aún sacrificando al histórico referente del Pro que lo fue Jorge Zabala, que tiró la toalla en silencio, y parte de los aliados radicales, que se fueron dando un portazo. Usó la figura de Vidal para potenciar el mensaje, participando él mismo convencido que en los números de las encuestas medían bien, y por lo tanto sumaba. Lo demás es conocido, la pobre perfomance de Randazzo hundió a Memo, por su parte el candidato Caprioli de 1 País no pudo perforar el piso de Massa, y el senador terminó descorchando champagne en una perfomance que sin duda le será reconocida.
No obstante falta octubre, por lo que no está exento de que ocurran sorpresas. Ya las hubo en anteriores PASO, ¿por qué no puede haberlas ahora?. Pero Foglia en eso no piensa, como animal político que es, sabe que las derrotas no están en sus cálculos, aunque las haya tenido y sobrevivido. Como dijera el mítico Che, «Por la victoria siempre».