El pago de plus médico a los médicos de PAMI no es ninguna novedad. En Casares es un problema que afecta a la mayoría de los afiliados, que cuando van a hacer una consulta médica se encuentran con que la secretaria del facultativo les dice que deben abonar «aparte» una cantidad de dinero que en nuestra ciudad oscila en los $200 y en caso de tratarse de una visita a domicilio trepa esa cantidad a $ 300 o $ 400.-.
PAMI ha recalcado una y otra vez que tal procedimiento es ilegal, que los médicos facultados para atender a beneficiarios de PAMI reciben una cifra fija por cada uno, usen o no usen sus servicios médicos. En nuestra ciudad si nos atenemos a los beneficiarios de PAMI que hemos consultado, la mayoría de los médicos cobran un plus, aduciendo que lo que reciben de PAMI por cada consulta es una cifra irrisoria que en este momento les significa trabajar a pérdida.
Consultada una fuente de PAMI local se nos dijo que «No hay que pagarles plus a los médicos que están anotados en la cartilla». Por su parte un médico que reconoció que se cobra plus a los beneficiarios de PAMI nos dijo, «esto ocurre porque lo que perciben los médicos de PAMI por cada consulta son monedas». Como contra respuesta de PAMI dicen: «No hay que pagar, hay que denunciar».
Aceptando que el dinero que reciben por cada consulta los médicos que atienden PAMI es poco, deben ser conscientes que cuando firmaron el convenio se comprometieron a no cobrar plus, por lo tanto si no logran una mejora en sus retribuciones, les cabe la posibilidad de renunciar, antes que ingresar por una avenida peligrosa que es la de la ilegalidad.
El CONTRATO DE LOCACIÓN DE SERVICIOS MÉDICOS firmado entre el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados y el Prestador o Médico de Cabecera, en su cláusula1.9 dice así: El Médico de Cabecera no podrá, bajo ningún concepto, requerir a los afiliados y/o percibir de ellos, suma alguna de dinero por la atención brindada, ya sea en concepto de plus, coseguro, copago u otros. En tal sentido deberá colocar en lugar visible al público un cartel o leyenda que informe que por los servicios prestados a los afiliados, estos no deberán abonar suma alguna.
Abundar en conceptos sería ocioso, la ética profesional debe ser sagrada, y más aún cuando faltando a la misma se perjudica a las clases más vulnerables desde todo punto de vista.