Los peluqueros casarenses agasajaron en su propia casa a Juan Paván el lunes 28.
Si hay una persona que representa cabalmente su profesión y oficio es, con respecto a los peluqueros, Juan Victorio Paván, que desarrolló su actividad durante 80 años ininterrumpidos, hasta hace 5 años, cuando contando con 93 de edad, sufriera un accidente doméstico en una de sus piernas y debió dejar el oficio. Hasta el último día de actividad realizó tareas de peluquero y barbero, siendo el último que afeitaba con navaja y que mereció el reconocimiento de Tatiana Font, que lo plasmó en una película realizando dicha tarea. Paván fue siempre para sus colegas un referente de su profesión y para la nueva camada, tanto hombres y mujeres, muchos de los cuales no lo conocen personalmente, el sinónimo viviente de su actividad.
Por tal motivo, el lunes 28, lo visitaron en la casa de su hija Petty, donde hoy vive, y le realizaron un festejo sorpresa en una cena que reunió a un puñado de colegas (damas y varones) que le dieron a Don Juan una gran sorpresa y donde compartieron momentos muy emotivos y llenos de alegría. Esta reunión se iba a hacer el 25 de agosto, Día del Peluquero, pero como algunos de los organizadores estaban de viaje, se postergó para este día 28, cuando se realizó.
El anciano peluquero homenajeado, que el 22 de febrero cumplió 98 y que promete “pasar los 100” agradeció mucho la demostración y haciendo gala de su buen humor, les dijo “espero que repitamos este tipo de festejos. Que no sea el último”.
Esperemos que Dios haga realidad este deseo expresado por Don Juan.