La noticia de la semana (no política, por supuesto) fue que la confitería y el restaurante del Gran Hotel había cambiado de manos. Que Marcelo Soria su actual concesionario había vendido la concesión a los hermanos Fito y Fan-Fan Gatti, quienes ya prácticamente tenían puestos sus gorros de cocineros, por así decirlo, con un proyecto de mejoras y cambios. Pero, cuando ya parecía que el negocio estaba concretado, el diablo metió la cola.
¿APARECIÓ UN COMPRADOR DEL HOTEL?
Una versión que con los días fue adquiriendo fuerza y justificaría la cancelación del negocio que habían realizado Soria y los hermanos Gatti, tiene que ver conque habría un fuerte y poderoso interesado en adquirir la propiedad del Gran Hotel. Tiramos nuestras redes pero sólo encontramos evasivas entre los probables compradores, ya que en realidad se hablaba de dos candidatos distintos, pero hasta el momento nos fue imposible lograr la confirmación del trascendido. Pero como siempre que el río suena, agua trae, si es cierto que la propiedad del Gran Hotel se ha vendido, será muy difícil ocultarla por mucho tiempo.
CON UNO DE LOS PROPIETARIOS
El Oeste se comunicó con uno de los propietarios del Gran Hotel, Sergio «Checo» Carioli quién nos dijo lo siguiente: «Hace 20 años que el hotel está en venta, hubo y probablemente haya interesados pero hasta el momento nada concreto. En cuanto a Soria, tiene contrato por varios años más, la concesión no tiene nada que ver con la venta o no del hotel».
En este momento son dos las partes propietarias del mismo y ambas serían vendedoras, no como trascendió que una de las partes podría ser la compradora. Respecto a la posibilidad de un tercero, «importante empresario», Carioli no dio crédito a la versión, repitiendo una y otra vez que el Gran Hotel siempre estuvo en venta, pero hasta el momento nada se ha concretado.
Como se recordará ese edificio fue levantado en el año 1970, hace de esto 47 años, en momento en que Casares tenía una oferta hotelera pobrísima y hac´Ia falta una obra de envergadura como la que se hizo gracias a un grupo de reconocidos vecinos que conformó una sociedad que poco a poco se fue achicando (vendieron sus acciones) hasta quedar como únicos propietarios los herederos de Raúl Carioli (f) y el llamado «Grupo Puerta». Decía Carioli que ese edificio concebido para aquella época no se adapta a las necesidades de hoy en día en materia de hotelería, por lo que se requería una reforma integral del mismo en lo concerniente a las habitaciones, baños y otros servicios que hoy presta la hotelería moderna.
BERNIE GROBOCOPATEL
Entre los nombrados como interesados en la compra del edificio del Gran Hotel se citaba también a Bernardo Grobocopatel, propietario del Club Argentino Agro-pecuario, que como se sabe, alquila numerosas viviendas para sus jugadores y ocupa también habitaciones del Gran Hotel. A él podría servirle, no hay dudas, pero de ahí a que lo compre es otra historia.