Con una cantidad de 14.500 votantes, convertir una derrota en triunfo cuando la diferencia es de 2016 sufragios, es un desafio monumental, y si se logra estaríamos ante una hazaña que merecería figurar en el libro «Guines casarense». El intendente Torchio lo intentó apelando a una estrategia agotadora de visitar casa por casa, de apoyar y pedir el voto de su candidato Memo Gemelli intentando convencer a todos aquellos que lo habían votado, que el triunfo del partido gobernante era esencial para seguir con un proyecto que sin duda alguna ha sido y es el más ambicioso en la historia de Carlos Casares.
ERA DEMASIADO…
Pero no pudo, era demasiado teniendo en cuenta que el partido elegido por Memo Gemelli, CUMPLIR, lejos de traccionarlo hacia adelante lo empujó hacia atrás al no encontrar en el electorado casarense la voluntad de apoyarlo. Especialmente una parte de esa gran fracción de independientes que al no estar en juego la candidatura de intendente, prefirieron ponerle su voto a Cambiemos y dejar que el peronismo en sus distintas fracciones juegue su propia partida.
De todas maneras lo hecho por Torchio no fue poco. Contra toda esa corriente en contra remontó buena parte de los 2000 votos que le fueron esquivos, sumando 1900 con respecto a las PASO de agosto, quedando a una diferencia de 1265 sufragios de Cambiemos, que aumentó a su vez 1149 votos con respecto a las PASO . Se desinflaron Ada García de Unidad Ciudadana, una buena parte de los votos de Sergio Carciofi fueron para Gemelli y Maxi Caprioli que estaba apenas a 300 y tantos votos de lograr una banca en el HCD, no pudo siquiera repetir su perfomance de las PASO, perdiendo 351 sufragios. La mudanza de votos de uno a otro partido ha sido tan extraña que es prácticamente imposible poder descifrarla.
UN CAMBIO RELATIVO, MAYOR REPRESENTACIÓN Y POSIBILIDADES DE HACER VALER SU VOTO
Los resultados son concluyentes, la relación de fuerzas del Concejo Deliberante va a cambiar, seguramente sus autoridades serán otras, pero difícilmente quienes ahora lo integren se animen a golpear u hostigar al partido gobernante, porque si van en esa línea, irán contra la comunidad, contra un avance indiscutido que asombraba a propios y ajenos, contra la oportunidad de seguir creciendo, y eso nadie lo ha de querer. Es probable que para el gobierno actual todo sea más trabajoso, que en el libre juego de la democracia la participación de la oposición sea mayor, pero si se convirtiera en negativa sería traicionar sus propios dichos, que fueron los de no poner palos en la rueda, sino plantear algunas discrepancias o impulsar obras que pueden tener que ver con proyectos positivos que hacen a las necesidades de la comunidad, marcar prioridades y bregar por la transparencia de la administración municipal, proyecto éste último que pareciera estar en carpeta de todas las fuerzas políticas cuando les toca ser opositoras.
LA LUZ SIGUE SIENDO VERDE
Volviendo al intendente Torchio decíamos en anterior nota que gastaba demasiadas energías en una elección de medio término intentado revertir un resultado que nada tenía que ver con su gestión, sino con otros factores que la política dispone y el hombre no