Inés Serrani de Mouras murió el sábado 28 de octubre a los 96 años.
El sábado 28 de octubre y a la avanzada edad de 96 años, falleció la señora Inés Serrani de Mouras, madre del máximo ídolo deportivo casarense, el recordado piloto de automovilismo Roberto José “Toro” Mouras.
Siempre portadora de un perfil bajo, aún en los momentos de gloria deportiva de su hijo, Doña Inés, como la llamaban todos a través del respeto y consideración por ese lazo materno que la uniera a la historia deportiva y de vida de nuestro máximo ídolo, vivió esta larga existencia, recordando permanentemente a su único hijo, que se fuera al cielo de los elegidos en noviembre del 92, en un accidente durante una carrera de Turismo de Carretera, la Vuelta de Lobos.
Doña Inés un día conoció a un apuesto ferroviario, que estaba al frente de la Estación de Moctezuma, con quien contrajo enlace, Roberto Mouras, que también alguna vez fuera Concejal Municipal por el peronismo. Y de esa unión, en moctezumense territorio, nacería quien con el correr de los años sería una verdadera gloria deportiva, Roberto José, que cumpliera su ciclo de escuela primaria en la Nº 25, Nuestra Señora del Valle de aquel lugar, que hoy está festejando su centenario de existencia.
Lo que ocurriera luego, a partir de la década del 70, es historia conocida. La brillante carrera deportiva del Príncipe del TC, sus reiterados triunfos, que llegaron al medio centenar, su “7 de Oro”, con el que estableció un récord de victorias consecutivas que aún está vigente, sus tres campeonatos logrados con un Dodge que se volvía invencible, y aquel triste final contra un talud de tierra en Lobos, que fueron una larga sucesión de festejos frente a su casa de la Avda San Martín y Güemes, rompiendo en el entusiasmo los jardines de Doña Inés. Y luego la tristeza del adios y la ausencia con aquella cremación del cuerpo del Tri Campeón, que fue como una barrera de silencio y distancia con la mayoría de los casarenses.
Y a partir de aquel día de la ausencia de su hijo Roberto, los días de la existencia de Inés Serrani de Mouras fueron una suma de horas de soledad, ausencia e añoranza que sumaban tiempo a su vejez, que fue desgastando su físico, pero que esa fuerza interior que la mantenía, como una llama que se niega a apagarse, de pie contra el destino, fue reponiéndola una y otra vez, ante cada recaída, hasta que el 28 de octubre, a menos de un mes de cumplirse los 25 años de ausencia de su amado Roberto, su cansado corazón de sufrida madre, dio sus último latido y emprendió ese viaje que la llevaría a reencontrarse con los dos Roberto de su vida, su esposo y, principalmente, su hijo. Un grupo de familiares, amigos y vecinos, la acompañaron es su velatorio y en la inhumación de sus restos en el Cementerio Municipal, el mismo sábado 28 a las 18 hs., previo responso religioso rezado en la sala velatoria.
Y así, con el mismo perfil bajo con el que transcurrió su vida, nos dejó, casi centenaria, Inés Serrani de Mouras, la madre del más grande ídolo deportivo de la historia de Carlos Casares,