La vigencia de algunos refranes es eterna, como la vigencia de los versos de Discépolo en su famoso Cambalache. Tienen que suceder las cosas para que luego se busquen las soluciones. ¿Habría sido necesario hacer una rueda de reconocimiento si el local de Guille Pendás hubiera tenido cámaras de seguridad?. No, y probablemente si el asaltante hubiera sabido que Pendás tenía cámaras probablemente no lo hubiera asaltado, y hoy el popular Guille no hubiera tenido que devolver la fortuna que le robaron. Cambiando de tema, luego del escándalo con trompadas incluidas que se produjo en el encuentro de fútbol del pasado fin de semana entre Boca Carlos Casares y Atlético Smith en la cancha de éste último, ahora la policía toma cartas en el asunto y no permite en el partido de revancha el ingreso de vehículos y los asistentes serán cacheados y no se les permitirá consumir alcohol. Si en el encuentro anterior hubiera estado la policía y se hubieran cumplido esos requisitos, nada hubiera pasado. Pareciera que las cosas tienen que ocurrir para que luego se busquen los remedios. ¿Por qué no se previó que ello podría pasar?.
Otro tema: se dice que el intendente Torchio en una reunión con su gabinete, fue duro haciendo hincapié en la derrota electoral que sufrieran, les pidió a sus colaboradores que se pongan las pilas e insinuó cambios. ¿Está mal eso?. No, todo lo contrario, aunque no hay que esperar un traspié electoral para hacer cambios. Estos siempre son saludables, no todos los funcionarios cumplen las expectativas, ¿por qué eternizarlos si puede haber otros que lo hagan mejor?. Si recorremos todas las áreas de la comuna, vamos a ver que algunas funcionan óptimamente, que sus jefes son diligentes, imprimen a su trabajo la dinámica impuesta por el jefe, y suman. Otros en cambio ofician a manera de lastre, cuidan su quintita, tienen demasiadas ambiciones, hacen lobby y restan. Pues entonces hay que cambiarlos, poner caras nuevas, gente con chispa, que entienda la filosofía política de quien gobierna.
La política no tiene rating, como puede tener el programa de Tinelli que sigue siempre igual sin cambios notables, porque los números le dan. En política es distinto, la movilidad es otra, el que gobierna no tiene espectadores sino actores que son mandantes y por lo tanto les asiste el derecho de exigir. No pueden hacer zaping y si lo hacen es cuando les toca votar. Por eso los cambios deben hacerse a tiempo.
Si todos aprendiéramos de nuestros errores y aplicáramos el remedio adecuado, no tendríamos necesidad de tapar el pozo después que el niño se ahogue.