En la medianoche del miércoles un estallido de fuegos artificiales iluminó el firmamento casarense. El espectáculo duró alrededor de 10 minutos y todo se preguntaban a que se debía. Algunos estimaron que el campeonato logrado por Independiente animó a los Diablos Rojos a exteriorizar su alegría, pero luego se supo que no, que los fuegos partían de las inmediaciones del salón de fiestas de Lence en calle Belgrano al fondo y San Luis, donde el personal de la estancia La Dorita celebraba el fin de año. El espectáculo era muy lindo, los presentes en la fiesta lo disfrutaron, mientras los despiertos comentaban, los dormidos maldecían y los perros se estresaban. Pero como existe una ordenanza que prohibe la pirotecnia, se estableció que cometían una infracción a la misma y por lo tanto se harán pasibles a una multa, tanto los organizadores del festejo como los propietarios del local. Nadie dijo ni mus, aunque por lo bajo los que prendieron la mecha la gozaban y el más puro estilo del recordado Tato Bores decían ¡¡¡Good Show!!!