Se necesita creatividad, ingenio y talento para hacer del Martín Fierro, ícono de nuestra literatura gau-chesca, una sátira con pasos de comedia que juegue con el ridículo de ese personaje tan caro a los argentinos, sin dañarlo en absoluto, sino por el contrario ponerlo en el centro de un entretenimiento que generó pura risa, y por espacio de más de una hora y media deleitó al numeroso público que colmaba el sábado ppdo. la sala del Teatro Bristol de la Sociedad Israelita local.
Una veta, la del humor espontáneo, pavo e ingenuo que Darío Basualdo sabe explotar con solvencia. Excelente la interpretación de Cristian Rengach como Fierro, e impecables Laura Pesavento, Pablo Basualdo y el mismo Dario, encarnando a los distintos personajes entremezclando los trazos del libro con un concierto de gags y torpezas, interactuando incluso con el público, dándole a la obra una dinámica y un color realmente destacables.
El público al grito de ¡Bravo, Bravo!, los victorió y aplaudió de pie con entusiasmo y eso lo dice todo. Como Las Garibaldi, Aquí nos ponemos a contar el Martín Fierro es una creación que muestra y la madurez de un joven director llamado a importantes escenarios, que con la humildad de los grandes aspira primero a ser profeta en su tierra pero merecidas con merecidas aspiraciones de volar a mayor altura.