Una teoría del jefe de Gabinete nacional Marcos Peña a fin de justificar las bajas ventas del comercio, tiene que ver con la nueva modalidad de la gente de comprar por Internet. «Es más cómodo -habría dicho MP- la gente encarga lo que desea comprar, no tiene necesidad de salir y se la llevan a su casa». ¿Será válida dicha teoría para justificar la caída de las ventas en el comercio local?. Si nos atenemos a los comentarios de las personas encargadas del reparto de artículos adquiridos por Internet ya sea a sitios como Mercado Libre, otros similares y a las propias marcas y conocidos comercios, todo podría indicar que efectivamente en Casares cientos de paquetes llegan semanalmente a las distintas empresas de encomiendas y a la terminal de colectivos para ser distribuidos a domicilio. ¿Pero es tanta la cantidad de compras que se hacen vía digital como para hacer temblar al comercio local?. Probablemente el problema central no sea ese, los bolsillos están cada vez más vacíos producto de la imparable inflación, de las tarifas que no paran de aumentar, del brutal aumento de los medicamentos, de los combustibles, los alimentos de primera necesidad y todo lo que se necesita para poder vivir. Una pregunta: ¿son más convenientes los precios que ofrecen por Internet incluido los fletes?. De ser así el comercio local tendrá que ponerse a tiro, rebajar sus pretensiones y competir, pero no siempre es así. Incluso presenta algunos problemas en rubros como textiles y zapatos, por los talles, colores, etc.
Esto nos hace acordar a tiempos del trueque. ¿Era moda o fruto de la necesidad y los problemas económicos de la clase media baja y los pobres?. Tal vez la compra digital influya, pero a no engañarse, la situación económica no es buena, los bolsillos -como decíamos- están cada vez más flacos, y lo que es peor no se vislumbra en el corto plazo soluciones que permitan revertir la situación.