Como lo hacía cotidianamente, Marsula trabajaba en un tractor, y al llegar a las inm
ediaciones de un hilo eléctrico para evitar que pase la hacienda, puso al tractor en marcha lenta y fue hasta el hilo para pisarlo y que pase el tractor. Se estima que en un momento patinó cayéndose al suelo, y el tractor que estaba en marcha lo aplastó con sus ruedas en la zona pélvica, ocasionándole graves lesiones, aunque se encontraba con
vida.
UNA ODISEA HASTA LLEGAR AL HOSPITAL
De inmediato lo auxiliaron sus compañeros, llamaron a Ordoqui pidiendo una ambulancia, pero allí no había ambulancia o no estaba razón por la cual llamaron a esta ciudad solicitando una ambulancia, arribando al hospital local varias horas después de ocurrido el accidente. Allí fue atendido por la Dra. Cuadrado a cargo de la guardia, la que viendo la gravedad del caso llamó a un cirujano y otros colegas porque era perentoria una intervención quirúrgica ya que presentaba el aplastamiento de órganos vitales. La Dra. tal vez por la tensión del momento olvidó realizar, como lo marca el protocolo, el aviso inmediato a la policía para que intervenga en el hecho.
LO OPERARON PERO NADA SE PUDO HACER
De inmediato se realizó la operación, siendo agotadas todas las reservas de sangre del hospital, razón por la cual se solicitó sangre a donantes. Pese a los esfuerzos de los médicos, la gravedad de las lesiones sufridas hizo imposible todo intento de salvarle la vida. Marsula falleció a las 14,30 hs. del día jueves, y recién a las 19 hs. se dio aviso a la policía, la que inició las actuaciones
avisando a fiscalía y ordenando los procedimientos habituales, entre ellos la comparencia de un médico policial para serle realizado al cuerpo la autopsia respectiva. Tras un ida y vuelta pasaron muchas horas, hasta que finalmente se contactó al médico de policía con residencia en Dudignac Dr. Rodanich, quien recién ayer por la mañana llegó a nuestra ciudad para realizar dicha autopsia.
LA FAMILIA CONMOCIONADA Y ENOJADA
Como es de imaginar, después de casi 24 horas de fallecido, recién llegó el médico que debía realizar dicha pericia, lo que dio motivo a la justificada indignación de la familia, que protestaba a viva voz por la demora. Fuentes policiales achacaban a la falta de aviso en tiempo y forma que debió realizar la médica de guardia que recibió al accidentado. De todas maneras el tema de la demora de los peritos médicos que deben realizar las autopsias es recurrente. La policía debería tener mas aceitado este tipo de procedimientos.
UN VECINO MUY APRECIADO
Integrante de una humilde y tradicional familia de nuestro medio, Alfredo Marsula era un muchacho muy apreciado y trabajador, que pagó duro precio tal vez a un exceso de confianza que se cometen cuando se realiza un trabajo de rutina. Tenía mujer e hijos, cantidad de amigos y compañeros que reconocían en él cualidades de amistad y solidaridad que lo distinguían. Era muy joven, una verdadera lástima.