Se constatan diferencias entre 30% y 40% en productos alimenticios
Se viven tiempos muy difíciles en la economía familiar. El dinero no alcanza, las primeras marcas ya no son las preferidas, por lo que los consumidores miran los precios, sacan cálculos y compran lo que pueden. Si a eso le sumamos que haciendo una especie de compulsa en los comercios locales, desde supermercados a autoservicios y negocios de barrio, nos encontramos con que en distintos productos de la canasta familiar, de la misma marca y calidad, existen diferencias que van entre un 30 a un 40% según el comercio que se consulte. Esto nos lleva a pensar que se está remarcando al voleo, algunos aprovechando la coyuntura de imparable inflación remarcando sin compasión, valiéndose de la gran confusión que existe en los consumidores respecto a los precios reales de los productos. Es así que de un comercio a otro fideos de la misma marca, clase y calidad en un lugar cuentan $ 24 los 500 gr.. y en el otro $ 32, un 40% más, y así gran parte de los productos de consumo habitual, en los que no está exento el vino, que pasó a ser de lujo, con diferencias notables en las mismas marcas y calidad. Por citar un ejemplo una botella de vino Norton Clásico se puede ver en un comercio a $ 89 y en el otro a $ 72. Con los quesos sucede lo mismo y ni hablar de los panificados, con diferencias también de hasta el 40% en panes tipo lactal de una misma marca.
Todo esto rebela que por sobre la inflación que es atroz y está destrozando el bolsillo de los asalariados, está el oportunismo de empresarios que encuentran una inmejorable oportunidad para cobrar lo que quieren, total, se está viviendo un descontrol tal, que permite estos desfasajes a los cuales nos referimos.