Nos contaba un vecino del edificio de departamentos de la Sociedad Israelita local, que uno de los moradores del mismo, que deja su auto en la cochera, al pretender salir días pasados se encontró conque el vehículo no le arrancaba. Lo llevó a un mecánico y éste descubrió que los cables de la instalación eléctrica estaban rotos por mordiscones de ratones. Algo similar le pasó a otro inquilino de uno de los departamentos, al que no le subían los vidrios eléctricos de las puertas, constatando también que los cables estaban masticados por los ratones.
El edificio es nuevo, su estado es impecable, pero por lo visto andan ratones que probablemente llegan allí desde otro lugar, y pareciera que tienen debilidad por los cables de las instalaciones de los autos.
Si piensan envenenarlos tengan cuidado porque por ahí aparece una sociedad protectora de ratones y les hace alguna cuestión…