Se escapó un torito de la Rural, lo sacrificaron y un vecino lo carneó pretendiendo disfrutar un asadito. Casi se queda sin dientes
Un hecho ocurrido días pasados que tal vez pudo tener alguna cuota de dramatismo, terminó en la anécdota. Un torito se escapó del predio de la Sociedad Rural local, cruzó la ruta 5 sin que por suerte no pasara ningún vehículo en ese momento, pero como el animal era bastante indócil su dueño decidió que sea sacrificado para que no haya problemas. Es así que el toro pasó a mejor vida, pero un vecino, oportunista el hombre y muy conocido, si se quiere famoso, decidió carnearlo y hacerse de una buena cantidad de carne, que a nadie le viene mal. Pero el asado que preparó para disfrutar con su familia y amigos, resultó reduro, imposible de comer, poniendo en riesgo la dentadura de los comensales.
Es evidente que no hay comedido que salga bien, tal vez pegándole al resto de la carne una hervida regular, logre tiernizarla y a lo mejor le salga un buen puchero…