La llegada de un cura carismático Justo Juan Cariz (Jony) como titular de la parroquia local, movilizó, de pronto, a cientos y cientos de fieles que los miércoles en las misas de sanación llenaban la iglesia local, y el resto de los días eran atendidos pacientemente por el religioso, quien escuchaba y sigue escuchando a decenas de vecinos de nuestra ciudad y visitantes de otros partidos de la zona.
Por primera vez en Casares recaló en la iglesia local un Cura Carismático, «maestros de sanación», a los que se atribuyen ciertos poderes que el movimiento se empeña en recalcar que el que sana es Dios y que los sacerdotes son su instrumento. El secreto -dicen- es la oración y el amor.
Sea como fuere la llegada del padre Jony fue todo un suceso. Concurrían a sus misas aquellos católicos que se dicen no practicantes, pero que lo hacían ante las mentas de este padre temperamental, con una personalidad «distinta» que infundía a sus misas un ambiente especial con participación de los fieles que repetían y hacían cuanto él les ordenara. Sin duda creían en él, rezaban por sus males y la de sus familiares y se retiraban complacidos con su mensaje para volver con el mismo entusiasmo y la misma fe el miércoles próximo.
Fue eso una moda?. ¿Amenguó la concurrencia a las misas de los miércoles y en general el incremento de asistencia de los fieles locales a la iglesia?. ¿Se conocieron resultados concretos (no queremos usar la palabra milagros) que abonaran esos poderes que le adjudicaban al padre Jony?.
No fue moda, debemos aclararlo en primera instancia. Tal vez no con el impacto de los primeros meses pero las misas de los miércoles siguen muy concurridas, los días subsiguientes el padre Jony atiende por horas a vecinos de esta y otras localidades, y si hubo algunas curaciones milagrosas o resultados satisfactorios, lo desconocemos, es probable que sean muchos los fieles que crean que sí.
Curiosamente están concurriendo a la iglesia local vecinos evangelistas atraidos por la impronta de este cura que sigue haciendo gala de una personalidad curiosa, pero que llega a quienes lo escuchan y les infunde fe y esperanza. Los jueves atiende por horas, y poco y nada ha cambiado desde su llegada.
Era un secreto a voces que la iglesia local perdía fieles día a día, de manera constante, ganados por iglesias evangélicas en las que parecían sentirse más cerca de Dios. El padre Jony no solo ha recuperado fieles, ahora «practicantes» no porque concurran a la iglesia sino porque se han acercado a Dios, al igual que con su mensaje y el aura de su personalidad logra el acercamiento de vecinos que se habían alejado de la iglesia católica para concurrir a otras iglesias.