La deslumbrante fiesta de bodas de Delfina y Leo
En el escenario de la estancia La Unión con 250 invitados vestidos de blanco, un marco deslumbrante y derroche de emociones y alegrías.
«La vida es sueño…y los sueños, sueños son», decía Pedro Calderón de la Barca, en «La vida es sueño».
Y un sueño hecho realidad fue el de Delfina Torchio Grobocopatel, hija del intendente Walter Torchio y de la empresaria Andrea Grobocopatel, que el viernes contrajo enlace civil con el joven capitalino Leonardo «Leo» España, eligiendo como escenario un lugar de ensueño, la estancia La Unión en la vecina localidad de Smith, propiedad de los abuelos de Delfi, Adolfo Grobocopatel y Edith Feler.
La celebración tuvo lugar al aire libre, a las 17,30 hs. en un escenario pastoril conformado por el amplio parque de 50 has. de la estancia, ornamentado para la ocasión, con un sitio que a manera de arco forrado de un follaje de hojas verdes rodeado de asientos especialmente preparados para el desarrollo de la ceremonia protocolar. Diseminados en el parque juegos de sillones, más allá las islas con la exquisiteces para
la recepción, la barra de cócteles y el sitio determinado a manera de pista de baile.
Faltaban únicamente los casi 300 invitados, que fueron llegando con su look blanco, recibidos por los padres de la novia Walter Torchio y Andrea Grobocopatel.
El parque cobró vida, los mozos distribuían tragos, los invitados se saludaban, se formaban grupos, conformando un escenario mágico y romántico al que se asoció el sol en todo su esplendor.
Y LLEGARON LOS NOVIOS
El lugar elegido para la ceremonia se fue rodeando de invitados, los familiares mas cercanos ocuparon los asientos que circundaban
el arco, esperando todos con avidez la llegada de los novios. Lo hizo primeramente Leo, de traje azul, muy moderno y elegante, acompañado de su bellísima madre Adela que lucía espléndida, acompañados de sus tres testigos, amigos de toda la vida del novio. Segundos más tarde el subido murmullo
anunció la llegada de Delfi del brazo de su padre Walter y las testigos.
El vestido de Delfina, creación de Marcela Bidini era de base de tul francés con capas en celeste y nube, con flores de tul bordado y apliques a mano de cada una de las mismas. El corte del vestido era a la cintura, con falda campana al plato, con caída de las mismas flores , finalizando en su extremo inferior con una puntilla al tono de los zapatos, que fueron diseñados por Ricky Zarkany.
En cuando al peinado fue obra de Marita Cabalca-garay y Make Up: Natalia Cabalcagaray.
La emoción de los novios y sus padres y el embeleso de los presentes era notable, la señora Marcela Roldán en su carácter de titular interina del Registro Civil tuvo a su cargo las instancias protocolares de la ceremonia, haciéndolo con calidez y simpatía, dando tiempo para el disfrute, en un ámbito que iba ganando en emotividad a medida que pasaban los segundos.
Las palabras de la funcionaria fueron un digno cierre de la ceremonia, aunque en realidad el beso de los novios fue el broche final que hizo estallar en aplausos a todos los presentes.
Seguidamente cada uno dijo lo suyo, los padres de ambos lagrimeando a más no poder, también la abuela del novio, otro toque emotivo y simpático, los testigos y obviamente los novios, Delfi, muy conmovida y Leo más suelto y coloquial poniendo un toque de humor en algunas de sus frases.
Y colorín, colorado….
No, había más, mucho más, la alegría colectiva hizo lo suyo, los grupos de sillones se fueron colmando de invitados, el ambiente era cálido pero como estaba todo previsto, hongos de calefacción desparramaban calor y no hacían falta los abrigos. Pocas formalidades, los invitados pas
aban por las islas a recoger las delicatesen de BON APETTIT (Fabián Lucero), que se lució con una variedad infinita de fiambres
y quesos, pierniles de cerdo, cordero y novillo, algunos bebían los tragos de DRINK 5 MUSIC, otros champagne, cerveza tirada de ARCCADIA. El disc jockey como siempre UN LUJO: Fabio Molinetti con toda su cibernética tecnología y el sonido e iluminación de Esteban Nicotena, otro que la sabe lunga.
Párrafo aparte para los responsables de la ambientación a cargo de Julia Pironio Ambienta-ciones, la coordinación de la Wedding Planner Valeria Rabán, que realmente se lució, no dejando un solo detalle librado al azar. Sabe lo que hace y lo hace bien.
Y HABÍA MÁS, POR SUPUESTO…
Lo que nombramos fue para ir picando… porque en los asadores una vaquillona esperaba para el deleite especial, la que fue distribuida en generosos sandwiches que eran un poema.
Tocó La 20, como siempre top, la pista estuvo en todo momento repleta, y que más, ¿algo más?, si, falta la