Nada más y nada menos  que una final de fútbol

Para los que amamos el fútbol, la final de esta tarde es muy importante. Pero, como hincha de Boca, el triunfo o la derrota no van a opacar lo que a mi entender fueron los máximos logros del siglo XXI, las copas Intercontinentales ganadas ante el Real Madrid y el Milan. Pero esto no es una excusa, sino el pensamiento de muchos que creemos que hay triunfos que van más allá del folklore o la rivalidad. En mi caso sucede lo mismo con la Selección Nacional. Ni mil partidos de River-Boca o Boca-River podrán eclipsar las obtenciones de la Copa del Mundo del 78 y el 86, más aún la segunda, porque fue en democracia, porque fue de visitante y por el gol de Diego a los Ingleses.

Sé que hay muchos que privilegian los logros de sus equipos a los de la Selección; no es mi caso, en eso pienso como “el Diego”, jugando en cualquier club debés brindarte como profesional, pero en la Selección, es otra cosa, ahí tenés que hacerlo gratis, si es necesario (así lo dicen los ex campeones mundiales 78 y 86). La albiceleste está por encima de todos los clubes, a pesar de los dirigentes de la AFA y de la FIFA .

“Pan y Circo”

Por eso no dejemos que el árbol nos tape el bosque. Hace más de un mes que nos bombardean en los medios con esta final. Claro, tienen que vender, mientras tanto, nos mata la inflación, cierran pequeñas y medianas empresas, aumenta la pobreza, e

l dólar y las tasas de interés se fueron a las nubes, se deterioró estrepitosamente el salario real y para muchos, sigue el baile.

Esto me  hace acordar a la película brasileña “Pra Frente Brasil “ (Adelante Brasil), de Roberto Farias (1982), que mostraba cómo se idiotizaba al pueblo durante la dictadura de aquel entonces en Brasil, con la Copa lograda en 1970 en México por el gran equipo brasileño, con Pelé a la cabeza; mientras los crímenes de los paramilitares en las favelas, las detenciones masivas de militantes sociales, gremiales y políticos, las torturas y vejaciones, eran moneda corriente y los medios masivos de comunicación, solo informaban sobre fútbol.

Cualquier parecido con nuestra realidad actual es pura coincidencia, la diferencia solo está en que aquello era una dictadura militar y a nuestro gobierno lo eligió un poquitito más de la mitad de la población.

Los medios hegemónicos siguen cumpliendo el mismo rol, para la gente “Pan y Circo”.

Daniel Lombardo