Parodiando el tango Por la Vuelta, podríamos decir que «la historia vuelve a repetirse», con relación a dos hechos que tuvo como protagonistas a dos miembros de la misma familia.
Hace varias décadas el recordado vecino Edelmar «Pocho» Gatti propietario de una agencia de lotería vendió el segundo premio de la lotería de la Pcia. de Buenos Aires y se quedó con el billete porque quien lo compró no fue a buscarlo, tal vez porque no lo había pagado. No obstante «Pocho» que era un hombre derecho, le dio el billete y el hombre doblemente afortunado cobró el premio, que en ese entonces era una fortuna.
Días pasados una cliente de la agencia El Fanfi de Fan-Fan Gatti, hijo de «Pocho» Gatti, sacó un auto que lotería sortea entre todas las boletas no ganadoras de la quiniela de la Pcia. de Buenos Aires. La favorecida, que no tenía la boleta jugada y que no sabía que había ganado el premio, (ya que había jugado por teléfono) fue avisada por la agencia y de esa manera se hizo acreedora a un auto 0 km. De tal palo, tal astilla.