Muere un pibe de 21 años en terrible accidente
La muerte de un chico de 21 años duele, pero más duele aún cuando se trata de un joven con todas las condiciones, deportista, buen hijo y amigo, todo lo que se puede pedir de una persona que recién asoma a la vida. Pero la moto… un vehículo que es tan usado y por el que los jóvenes se desviven, suele ser un vehículo de muerte cuando la velocidad y las circunstancias se aúnan para conformar una tragedia.
Y eso fue lo que ocurrió a las 13,40 hs. del miércoles en la esquina de Tierra del Fuego y Jujuy, barrio hospital, una zona de calles afirmadas. Un camión recolector de residuos conducido por Héctor Jesús González, de 36 años, circulaba por calle Tierra del Fuego en dirección a un geriátrico cercano en calle La Rioja cuando de pronto fue embestido por la moto Honda CB 150 cc. conducida por Miguel Alejandro Uriarte, de 21 años, jugador de la primera división del Club Boca C.C.
La moto circulaba de sur a norte, en dirección a las vías del ferrocarril.
El camionero habría manifestado que sintió el golpe de la moto contra el mismo, presumiéndose que el cuerpo de Uriarte se deslizó bajo el camión, cuyas ruedas lo pasaron por encima. Los primeros testigos en llegar encontraron a la víctima sin sentido, aparentemente ya sin vida, y quedaron horrorizados al observar las impresionantes lesiones que presentaba en su zona abdominal. El cuerpo de Miguel Uriarte quedó en medio del cruce de calles, la moto unos metros más adelante y más allá el camión que había detenido su marcha.
EL PADRE CONSTERNADO
Cuando llegó El Oeste al lugar del accidente el cuerpo del desventurado joven había sido cubierto, y en la esquina junto a un poste telefónico o de luz, el padre del joven, Ernesto Uriarte, empleado de Tomás Hnos., sollozaba desesperado, intentando ser consolado por un policía. La imagen dolorosa de un padre que vio salir a su hijo de su casa, distante a pocas cuadras de allí, y momentos más tarde ve su cuerpo sin vida tapado con unos plásticos en medio de la calle.
Poco más es lo que se puede relatar de este espantoso accidente que enluta a una excelente familia de nuestro medio. Tal vez reflexionar sobre el tema de la gran cantidad de accidentes cuyos protagonistas son motociclistas y el repetido «no llevaba puesto el casco». No obstante los daños físicos de Uriarte no fueron en su cabeza sino en la parte abdominal, donde las ruedas del camión lo aplastaron.
Los restos de Miguel Uriarte recibieron sepultura el jueves a las 16 hs. previo responso en la iglesia parroquial. Un mundo de gente se hizo presente en los actos póstumos, reflejando el dolor y la consternación que la temprana partida de Miguel estrujaba sus corazones. Allí estaban también sus amigos y compañeros del fútbol, su gran pasión.
Que Dios lo tenga en la gloria.