De la mano de la gobernadora Vidal intentará mejorar su handicap.
A contrapelo del nuevo estilo Macri, imitado por la gobernadora Vidal, que en un despliegue de energía eleccionaria y demostrando arrepentimiento por los errores cometidos, ganaron las calles y tanto están en una fábrica como en un barrio o en una provincia u otra, la candidata local de Juntos por el Cambio Dra. María Lucas, largó tarde y tranqui la campaña en su intento el próximo 27 de octubre de convertirse en la primer intendente de Carlos Casares.
Como a Macri y Vidal le toca a Lucas bailar con la más fea luego del catastrófico resultado de las PASO, cargando además con un divorcio anunciado de la fracción radical con la cual disputó las primarias, ganando ajustadamente. En suma, deberá remar contra la corriente en un escenario que se le presenta adverso, aunque la hemos visto aguerrida y con furia, arremetiendo contra la administración actual con ímpetu y decisión.
Frente a un oficialismo «pesado» por una gestión que los vecinos avalan, Lucas sabe que no sólo se juega el sillón del Nº 1 sino la presencia de representantes de su espacio en el ámbito legislativo, siéndole imperioso renovar las tres bancas opositoras que están en juego, ya que si la suma de los votos del escribano gobernante supera su propio récord, pueden llegar a perder un escaño y quedar en una minoría con escasísimo poder de fuego opositor.
LA ESTRATEGIA
Tanto el presidente Macri como la gobernadora Vidal hicieron muy buena elección en Casares, imponiéndose a sus iguales del Frente de Todos, el dúo Fernández en la nación y Kicillof en la provincia. La estrategia de Lucas es pegarse a la gobernadora, neutralizar el corte de boletas y llevarse de esa sociedad una buena parte que al menos le permita a su espacio conservar el capital político, y desde el punto de vista personal evitar un nockaut que la deje en la lona para un futuro intento.
Faltan pocos días, apenas 15. Para una campaña política es tiempo de descuento, veremos cual son las próximas movidas.
