“Dios aprieta pero no ahorca”, dice el refrán. Mientras algunos productores se quejan por las retenciones, Diosito los compensó y les mandó la lluvia.
Muchos habían cosechado la fina y se están preparando para la gruesa de segunda, cuando el de arriba mandó un promedio de 25 mm entre la madrugada y la mañana de ayer. Lamentablemente a algunos les mandó piedras, y esos no están felices.
En la mayoría de de los casos las sonrisas volvieron a los rostros de los chacareros y hasta el ganado festejó, desconociendo su incierto destino.