Se agudiza la crisis económica en la ciudad
La prolongación de la cuarentena enciende una luz roja en gran parte de los hogares casarenses, sea porque los vecinos son cuentapropistas, pequeños y medianos comerciantes, empleados de empresas que están paradas y por supuesto bares, restaurantes, pizzerías, sandwicherias y otras actividades. Hay hogares en los que no entra un solo peso, que viven de pequeños ahorros, préstamos de amigos y familiares y otros que ya están careciendo de las necesidades básicas. El gobierno comunal está muy preocupado por la situación pero no puede vulnerar lo dispuesto por el gobierno nacional, que solo liberó a los bancos, talleres, gomerias, casas de repuestos, y muy pocas actividades más. Si en Casares se pudieran liberar algunas actividades independientes como kioscos, peluquerías, pequeñas boutiques e industrias menores, etc., otro sería el panorama. Dichas personas tienen sus tarjetas «estalladas», créditos personales atrasados y ya entraron en el drama de no contar con el dinero suficiente para el sustento diario. La comuna brinda ayuda a los necesitados, pero también está pasando un difícil momento por la baja en los ingresos y la deuda que mantiene la provincia por la coparticipación.
Considerar la salud como prioridad básica, es algo que no se discute y en eso coinciden sin fisuras el gobierno y la oposición. No obstante desde el ámbito de los profesionales de la economía, coinciden en que hay que buscar soluciones antes que el drama social por ese tema se agudice y haya incidentes. Incluso coinciden los economistas en que así como consultó el gobierno a una mesa de expertos epidemiólogos, virólogos y sanitaristas, debería conformar también una mesa de expertos en economía a fin de asesorarse en los pasos a seguir para buscar soluciones en ese aspecto.