Pintoresca definición de Gustavo “Sapito” Ascaini sobre los delivery.
En una charla con el conocido delivery, nos decía que antes de la pandemia su trabajo no era reconocido como él creía que tenía que ser, pero a partir de la misma muchísima gente pasó a depender de sus servicios y el de sus colegas.
“De la chica sola del baile, pasamos a ser la reina de la bailanta”, con esa genial metáfora, parafraseando al inolvidable Cacho Castaña, nos dejó un título para el diario.
Nos contó de sus 26 años haciendo este trabajo, con esmero y responsabilidad, más aún en estos tiempos, cumpliendo con todos los protocolos. Nos dijo que el grupo estable que realiza deliverys es de seis o siete motos, pero que en los últimos tiempos se han sumado otros. La demanda ha crecido de acuerdo a las normas que se establecieron, fundamentalmente para los mayores de 60 años, en cuanto a las restricciones de salida para hacer mandados.
Según nos decía, costó mucho instalar la idea de que su trabajo era muy importante para la comunidad, pero que últimamente han sido reconocidos.
Nos habló de los riesgos y los accidentes que ha tenido, pero también de su recuperación y el retorno a la actividad con más fuerza y experiencia que antes.
«El Sapito» Ascaini, un entrañable personaje que mantiene con laburo y dignidad a su familia y brinda un servicio a la comunidad como sus colegas en momentos tan difíciles.