Una joven perdió la vida el pasado sábado luego de haber permanecido durante cinco días en una clínica de Junín. Tras el deceso, tres personas recibieron trasplantes en diferentes puntos del país en un impecable operativo sanitario.
Una chica de 22 años que vivía en Martínez de Hoz falleció el pasado sábado, lo que provocó profundo dolor y consternación en esa comunidad. En medio del pesar, su familia decidió cumplir con la voluntad de la joven y donar sus órganos, lo que permitió que se realicen tres trasplantes en distintos lugares de la Argentina.
El operativo de ablación de órganos se llevó a cabo el mismo día, en la clínica «La Pequeña Familia» de Junín y, tras el éxito de la intervención, el médico de Terapia Intensiva de ese nosocomio, David Benegas; Fabio Repetto, el coordinador de Terapia Intensiva; Rocío Castor, residente de tercer año de Terapia Intensiva; y el doctor Javier Pepa, en representación del directorio de la entidad, brindaron una conferencia de prensa, en la que dieron detalles acerca de la tarea realizada.
El doctor Pepa expresó: «Para nosotros es una alegría y una satisfacción, en este marco de pandemia, poder haber sido artífices en el desarrollo de un operativo de donación de órganos y tejido para trasplante. Ante la presencia en la internación en la Terapia Intensiva de una paciente a la que se le hizo el diagnóstico de muerte encefálica, se llevó a cabo el operativo de ablación, que, para nosotros, es importante, porque toda la rueda asistencial de la salud en el país tiene que seguir funcionando, más allá del coronavirus. Y dar respuesta a las personas que están esperando un trasplante es fundamental».
En esa línea destacó: «Primó el compromiso con la salud pública ante el dolor por la pérdida de una paciente joven. Quiero remarcar el compromiso del servicio de Terapia Intensiva de la clínica. Cuando se afronta la pérdida de la vida de una persona de 22 años, lo más fácil es acompañar en el dolor a la familia y que todo termine rápido, sin comprometerse con un proceso de donación de órganos. Pero acá hubo un trabajo que se extendió por varias horas, pensando, fundamentalmente, en las personas que se iban a trasplantar».
«La paciente sobre la cual se practicó la ablación presentaba un cuadro de encefalopatía anóxica por causas que se están estableciendo. Fue derivada a la clínica un día lunes, se le efectuaron todas las atenciones pertinentes y evolucionó con un cuadro de edema cerebral con muerte encefálica. A partir de que llegamos al diagnóstico, se activó, después, todo el protocolo de donación de órganos», detalló Repetto.
Además, el profesional destacó la actitud de la familia, que, «en un momento de sufrimiento y en el que se ve todo oscuro, pudo ver la situación más claramente y hacer prevalecer el espíritu de solidaridad de la donante», según dijo. «Se hizo el diagnóstico, se preparó el operativo y hay un montón de gente que trabajó detrás de todo esto. En el caso del servicio de Neurología, a cargo de la doctora Marisol Ferrúa, pudimos establecer el diagnóstico junto con otros servicios. Como la causa de muerte es dudosa, se le pidió intervención a la Justicia e intervino la Ufij Nº 3 de Junín, a cargo del fiscal Carlos Colimedaglia».
«Junto con la gente del Centro Único Coordinador de Ablación e Implante de la Provincia de Buenos Aires (Cucaiba) se convocaron dos grupos. La paciente pudo donar hígado, riñones, bazo y tejido vascular. Para el hígado vino gente del hospital austral de Pilar, mientras que a los riñones, el bazo y el tejido vascular los llevó la gente del Cucaiba, que decidió la distribución de los órganos a dos hospitales provinciales. Los tres órganos que fueron ablacionados pudieron trasplantarse con éxito y tres personas se vieron beneficiadas con esto», concluyó.
Fuente: La Marca de Lincoln.