Los tres fueron líderes de los movimientos de masas más importantes del siglo XX
LEANDRO N. ALEM tuvo una vida marcada por la tragedia. Había nacido en 1842 en la ciudad de Buenos Aires en el seno de una familia rosista y a la caída del Restaurador en Caseros, su padre fue fusilado por los unitarios y su cadáver colgado de una horca y expuesto a la vista de la gente.
Su madre se encargó de hacerlo estudiar y se recibió de abogado. Después de un tiempo se dedicó a la política, sumándose a las fuerzas de Urquiza, pero más adelante adhirió al Partido Autonomista de Adolfo Alsina. No estaba para nada de acuerdo con la designación de Buenos Aires como capital del país. Con el tiempo se enfrentó al PAN, que lideraba Roca y que además llevó a la presidencia a Juárez Celman. Alem se une a Bartolomé Mitre y forman la Unión Cívica que llevó adelante la Revolución del Parque de 1890. Mitre acordó con Roca, Alem fue traicionado, la revolución del Parque derrotada, pero Juárez Celman debió renunciar y lo sucedió su vicepresidente Carlos Pellegrini.
Después de aquellos hechos surgió la Unión Cívica Radical, siendo Alem y su sobrino Hipólito Yrigoyen los principales referentes. Sus ideas de sufragio universal eran constantemente rechazadas por el gobierno que se sostenía en base a tráfico de influencias y fraude. Los intentos revolucionarios radicales volvieron a fracasar en el 93 y 95. Diferencias con su sobrino Yrigoyen, alguna enfermedad y fundamentalmente la depresión lo llevaron a suicidarse con un tiro en la cabeza en su carruaje el 1º de julio de 1896.
Dejó la famosa frase que forma parte de la marcha de su partido “Que se rompa, pero que no se doble”.
HIPÓLITO YRIGOYEN nació en 1852 en la ciudad de Buenos Aires y de muy joven se dedicó a la política siguiendo los pasos de su tío Leandro N. Alem. Fue docente, terrateniente, comisario de policía en el barrio de Balvanera y presidente del Consejo Escolar. Participó en la Revolución del Parque, que a pesar de ser derrotada se la considera el punto de partida de la UCR.
Como su tío se involucró en otros intentos revolucionarios y después del suicidio de aquel, se convirtió en líder absoluto de su partido. Su lucha no fue vana porque el presidente Roque Sáenz Peña promovió la Ley de Sufragio Universal y en 1916, Yrigoyen , merced a esa ley, llegó a la presidencia de la nación.
El Peludo, como era apodado por su costumbre de no mostrarse en público, tomó medidas destacables como la creación de YPF y la Reforma Universitaria de 1918, a la par que mejoró jubilaciones y sueldos de empleados estatales. En materia internacional supo mantener la neutralidad en la Primera Guerra Mundial, lo que benefició a nuestro país en materia comercial. Pero los hechos de la Semana Trágica, la masacre de La Forestal en el noreste argentino y la represión de los trabajadores rurales de la Patagonia, oscurecieron en parte su gobierno. Su modo de conducción llevó a la división del partido en Personalistas y Antipersonalistas, representados estos por Marcelo T. de Alvear que lo sucedió entre 1922 y 1928.
Reelecto en ese año, Yrigoyen no pudo afianzarse en el gobierno, dada su avanzada edad, la falta de apoyo de gran parte de su partido, las consecuencias del crac de la Bolsa de 1929 y la conspiración cívico-militar de los conservadores que desembocó en la Revolución del 6 de setiembre de 1930.
El viejo líder fue derrocado por un golpe de Estado dirigido por el general José Félix Uriburu, pero su impronta popular no se apagó. Trataron de apagarla los conservadores a través del fraude, pero no lo lograron. Y en ese contexto, ya anciano, murió el 3 de julio de 1933, una multitud acompañó su cuerpo hasta su última morada.
JUAN DOMINGO PERÓN nació en Lobos, provincia de Buenos Aires en 1895, y a los 13 años se incorporó al Colegio Militar, desarrollando una importante carrera. Pero no fue un militar más, sus inquietudes políticas lo llevaron a conocer ideas que en aquel momento se mostraban al mundo como revolucionarias. Así fue que, luego de haber participado como militar en la represión de algunos levantamientos, fue destinado a una misión en Italia donde conoció a Mussolini y se mostró admirador de los inicios del fascismo como una forma de gestar un socialismo nacional como posición alternativa del capitalismo y del marxismo.
Con esa experiencia retornó al país y formó parte del GOU, grupo de oficiales que gestaron la revolución del 43. En ese contexto, el presidente Farrel lo designó Ministro de Guerra, Secretario de Trabajo y Previsión y Vicepresidente. Semejante crecimiento político despertó fuertes recelos en parte de la fuerza y obligaron a Farrel a sustituirlo y enviarlo detenido a la isla Marín García. Pero la obra de Perón a favor de la clase trabajadora desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, no había sido en vano y el pueblo obligó a que lo liberen aquel glorioso 17 de Octubre de 1945, fecha que se toma como nacimiento del Movimiento Peronista.
El General Perón fue elegido presidente tres veces, en 1946, 1952 y en 1973, falleciendo el 1º de julio de 1974, dejando tras de sí innumerables obras, principalmente las que se hicieron durante el período en que vivió Evita, su segunda esposa.
La clase trabajadora y los sindicatos tuvieron en Perón al principal representante de sus derechos durante todo el siglo XX y quien fue a todas luces, el líder de masas más importante de la historia argentina.
Prof. Daniel Lombardo