El miércoles. a la edad de 89 años dejó de existir el ex vecino casarense Esc. Manuel Mario Lifchitz, radicado desde hace ya muchos años en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Hijo de una tradicional familia casarense Mario Lifchitz tras recibirse de notario instaló su estudio en esta ciudad, logrando rápidamente afianzarse profesionalmente a la par que en lo personal ganaba prestigio y la consideración de sus vecinos. En su juventud se destacó por ser habitué en bailes y reuniones sociales, con singular éxito entre las jóvenes más agraciadas de la ciudad, entre ellas una Reina Nacional del Girasol.
Se recuerda que Lifchitz ejerció por varios años la jefatura del Registro Civil de nuestro medio, pero el crecimiento de su escribanía, que contó con una clientela seleccionada, lo llevaron a ocuparse de lleno en su profesión.
Lifchitz se enamoró de una atractiva joven porteña, Susana Schillman, con la cual tras un breve noviazgo contrajo matrimonio, del que nacieron dos hijas.
Ya recorrida una exitosa carrera decidió jubilarse, dejando al frente de su escribanía a la conocida vecina Analía Mangas quien mantuvo intacto su prestigio, basado en la confianza y el profesionalismo, condiciones básicas del notariado.
Lifchitz decidió mudarse con su familia a la Capital Federal, donde sus condiciones y espíritu inquieto lo llevaron a hacer negocios, mechados con una vida social que cultivaba con sus nuevas relaciones porteñas y amistades casarenses que lo visitaban. A Casares venía a cada tanto, se hospedaba en el Gran Hotel, visitaba familiares y se encontraba con amigos de su vida profesional y de su juventud. Sus restos fueron traídos a esta ciudad y recibieron sepultura en el cementerio israelita de ésta, ante un acongojado grupo de amigos y relaciones locales.