LA VACUNA SOS VOS… HASTA QUE VENGA LA VACUNA
La frase “la vacuna sos vos, quédate en casa”, se la podemos atribuir al presidente Fernández en los inicios de la pandemia., cuando el único “remedio” que podía evitar los contagios del virus Covid – 19 era el aislamiento llamado cuarentena cerrándole la puerta al virus. Saliendo únicamente lo indispensable, no participando en reuniones sociales, mantener distancia, lavarse las manos y usar alcohol en gel, nos ponía a resguardo del coronavirus no dándole oportunidad a que nos contagie. Eso fue hace cinco meses, casi medio año de nuestras vidas escondidos para no ser víctimas de ese maldito virus. Y los que salieron, que no cumplieron con las advertencias del gobierno, terminaron siendo víctimas del coronavirus, salvándose unos y muriendo otros.
Pero esos ciento cincuenta días han sido una carga muy pesada para todos, y en especial para aquellos que debieron cerrar sus fábricas y comercios, perder los empleos, no poder ejercer sus oficios, quedando muchos al borde de la quiebra y otros en el límite de la pobreza. Fue demasiado, sin duda alguna, pero no lo suficiente, ya que la pandemia está cruzando a nuestra comunidad de la peor manera, absorbiendo todas sus defensas al límite de ponerle luz roja a todas nuestras reservas sanitarias, las que están a un paso de colapsar.
La tan deseada vacuna está en sus últimas fases, nuestro país ha sido elegido para producirla, descontándose su comercialización para la primera mitad del año que viene. Hasta esa fecha tenemos que soportar el avance de la pandemia, con una cuarentena relajada, acaso desobediente, que no aguanta más, y un gobierno que ya no sabe que hacer para convencerlos de realizar el último esfuerzo, sin desconocer el hartazgo de la gente, que ya reniega de consejos o amenazas.
Seis o siete meses es mucho, parece una eternidad. Y sin embargo es lo que demorará la vacuna si es que se cumplen los pasos previstos por el laboratorio que la producirá.
Hagamos el esfuerzo, no queda otra, casi seis mil muertos demuestran que no es broma. Ese bicho no perdona, mata sin piedad, y seguirá haciéndolo en la medida que no aparezca la vacuna.