Para muchos casarenses acostumbrados a pasar sus vacaciones en la costa, principalmente en Mar del Plata, el próximo verano se percibe con fuertes nubarrones y no precisamente de lluvia.
El Ministro de Salud de la provincia, Daniel Gollán, ha puesto un manto de pesimismo con respecto a las condiciones que presentará la pandemia en el período estival. Aunque el gobernador Axel Kicillof trató de bajarle los decibeles, diciendo que hay que esperar, lo cierto es que tanto empresarios como turistas andan mascullando bronca debido a las condiciones dadas.
Los que tienen propiedad en Mar del Plata tendrán que hacer un cambio de domicilio y una cuarentena previa en el lugar de destino, pero además deberán conseguir el permiso correspondiente para ingresar a la “Feliz”, siempre y cuando no se encuentren con marpla-tenses que les quieran prohibir la entrada, como pasó hace unos meses en Pinamar. Serán muchos los obstáculos a sortear por parte de los amantes del mar. Pero no está todo dicho. Es muy probable que cuando llegue enero, más de uno se jacte a través de las redes sociales, que pudo llegar y se tiró al agua.
Ojalá que así sea, pero cumpliendo con las normas. No sea cosa que después de tantas peripecias no los dejen meterse al mar, sería como preparar una fiesta de casamiento y que falte la novia