NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA
El refrán del título es de origen bíblico, así como “pueblo chico, infierno grande” lo es de origen popular, dando incluso lugar a libros y telenovelas.
Tal vez esos dichos no sean rigurosamente ciertos, pero hay mucho de verdad en ellos. Trasladémoslos al plano local y veremos que el empresario casarense propietario del club de fútbol AGROPECUARIO ARGENTINO se manifiesta contrariado en su sitio de Facebook porque cada vez que su equipo gana un partido es porque pagó al otro club para que se deje ganar y cuando pierde es porque le pagaron para que no gane.
Que nadie es profeta en su tierra es aplicable en cierta medida en el plano local, donde se exige mucho más a un local que a un forastero. Y en cuanto a “pueblo chico, infierno grande” está absolutamente comprobado que es así. Veamos: ¿Merece el joven empresario Bernardo Grobocopatel las críticas que recibe?, NO, ¿le pidió acaso dinero a alguien para hacer la millonaria inversión?, ¿le fue mal?, NO, ¿logró o logra llenar las tribunas con partidarios del club NO. Bernardo Grobocopatel no debe esperar mucho más, salvo que logre escalar posiciones con su club y entonces SI se le van a subir a su fama para ser partícipes de la gloria. Harán la apología de esto y aquello y tal vez Bernardo Grobocopatel paladee las mieles de la fama en su propio pueblo.
Mientras tanto AGROPE-CUARIO ARGENTINO es considerado a nivel nacional de una manera u otra, aunque sea tildado equivocadamente como “sojero” el equipo trasciende la escena nacional, permitiendo que también trascienda Carlos Casares.
Que no se preocupe demasiado el visionario empresario futbolístico y que trate de ganar aunque deba pagar infundadas críticas y si llega a perder que le eche la culpa a la falta de apoyo de la “afición” futbolera local que no se asoma a la cancha cada vez que juega de local.