210 años de la fundación de la “GAZETA DE BUENOS AIRES”
La idea fue de Mariano Moreno y compartida como no podía ser de otra manera por Manuel Belgrano y Juan José Castelli, la avanzada de las ideas liberales de la Primera Junta de Gobierno Patrio.
Con este texto la Junta fundamentaba la creación del periódico emblema de los ideales revolucionarios de Mayo: “¿Por qué se han de ocultar a las provincias sus medidas relativas a solidar su unión, bajo nuevo sistema? ¿Por qué se les ha de tener ignorantes de las noticias prósperas o adversas que manifiesten el sucesivo estado de las provincias?…Para el logro de tan justos deseos ha resuelto la Junta que salga a la luz un nuevo periódico semanal, con el título de la Gazeta de Buenos Ayres”. (Mariano Moreno Gazeta de Buenos Ayres, del 7 de junio de 1810).
Durante el Primer Congreso Nacional de Periodistas celebrado en Córdoba en 1938, se estableció esa fecha, 7 de junio, como el Día del Periodista.
A partir de allí, ese órgano fue el que marcó el ideario de la revolución, habida cuenta de que quienes escribían en ese periódico dejarían su vida por sembrar la semilla del pensamiento revolucionario.
Tanto Moreno como Castelli y el mismísimo Belgrano vieron apagarse sus vidas en tristísimas condiciones. El primero, con grandes sospechas de haber sido envenenado en su viaje a Europa, al que lo había enviado la Junta porque su postura era demasiado radicalizada o jacobina, como se decía entonces, para aquellos que no tenían muchos deseos de romper con la península.
El segundo, víctima de un cáncer de lengua, justo él, que era el orador de la revolución, el que elaboró el encendido discurso del Cabildo Abierto del 22 de Mayo, marcando las pautas ideológicas del futuro de las Provincias Unidas, como el glorioso alegato a favor de los pueblos originarios en las ruinas arqueológicas de Tiahuanaku, en el Alto Perú (Bolivia), luego del triunfo de Suipacha para reivindicar los derechos de esos pueblos sobre las tierras en las que habitaban.
El caso de Belgrano es una evidencia del desagradecimiento y el egoísmo de quienes llegados al poder, se olvidaron de los principios revolucionarios y sumieron en el ostracismo vernáculo y la pobreza al verdadero padre de la Revolución de Mayo.
No obstante, la ciencia histórica nos permite el debate y a través de éste el reconocimiento de quienes fueron las mentes fundacionales de nuestra Argentina.
Prof. Daniel Lombardo