VOLVER AL PASADO
La pandemia nos cambió la vida, el futuro era tan negro como una guerra. Los números nos mostraban una realidad aterradora con miles de infectados diarios, una cifra de muertos escalofriante y cada vez menos esperanzas. Para colmo se metió la política y en lugar de alentar a la unión y a la concordia, solo se buscó el revanchismo y si antes una grieta nos separaba, la situación empeoraba día a día y el futuro se veía cada vez más nefasto. Incluso la proximidad de las elecciones lo hacía todo peor.
De pronto una pequeña luz comenzó a verse al final del túnel, los números fueron cediendo, menos contagios, menos muertos y la vacunación que daba sus frutos. La luz fue de esperanza, las cifras fueron bajando y la pandemia comenzó a resquebrajarse dando lugar a una quita importante de contagios y muertos, alentando la esperanza de un final esperado, retornar al pasado y recuperar las actividades habituales, sea el trabajo, la escuela, la vida social y todo aquello que habíamos perdido en la maldita Pandemia.
Cabe preguntar si esa pesadilla ha terminado. Tratemos de no olvidar, hemos sufrido demasiado como para dejarnos estar.