17 DE OCTUBRE DE 1945
Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, el coronel Juan Domingo Perón venía desarrollando una excelente actividad para atender a un amplio sector de la sociedad, hasta ese momento invisibilizado por quienes ostentaban el poder.
Pero debemos recordar que la revolución de 1943 tuvo como motores a jóvenes militares, pertenecientes al GOU (Grupo de Oficiales Unidos) y muchos de ellos eran resistidos por los sectores más conservadores del ejército.
Así sucedió con Perón, que se destacaba cada vez más desde su función, adquiriendo una popularidad sin límites de crecimiento.
La presión de los militares conservadores llevó al presidente Farrell a enviar detenido al joven coronel a la Isla Martín García.
Pero complicaciones en la salud de Perón motivaron que lo trasladaran al Hospital Militar.
Así fue que, en esos días, un grupo de sindicalistas, entre los que se destacaba Cipriano Reyes, comenzaron a movilizar a la gente desde el conurbano sur. La espontaneidad del movimiento fue tal que los frigoríficos y fábricas de Berisso, Ensenada, La Plata, Berazategui, Quilmes, Avellaneda, vieron como aquel 17 de Octubre cientos de miles de trabajadores y trabajadoras marchaban hacia la Plaza de Mayo para pedir la libertad del nuevo líder.
Y a pesar de los obstáculos, como la falta de vehículos o el puente del Riachuelo elevado para que no pasen, igual lo hicieron. En botes, nadando o como pudieran llegaron a Plaza de Mayo y en las fuentes de la misma se lavaron, para “horror” de la pacatería porteña que desconocía la existencia de esa masa popular.
Al ver semejante multitud en la Plaza de Mayo, el presidente Farrell, asustado, le pidió a Perón que hable.
Ya entrada la noche, el Coronel Perón se dirigió al pueblo, que había mostrado una actitud de “lealtad” extraordinaria y dio el famoso discurso que selló una relación que sería para siempre.
De esa manera el 17 de Octubre de 1945 se convirtió en el día fundacional del Movimiento Peronista