“Cada lechón en su teta, es el modo de mamar”
La oposición no quería la renuncia del Intendente Torchio hasta el final de su mandato en 2023. La trabó no dando quórum en tres oportunidades, dando motivo a que el intendente Torchio interpretando que se trataba de una cuestión personal y para no dilatar más la cuestión presentara la renuncia a partir del 10 de diciembre, aún sabiendo que numerosos intendentes de Juntos por el Cambio que estaban en su misma situación habían renunciado hasta el final de su mandato.
No se hable más, Torchio renunció como la oposición quería y a otra cosa. Si al final de su mandato como senador quiere postularse como intendente, sus antecedentes son los mejores y difícilmente haya ciudadano que se anime a enfrentarlo, salvo que se trate de un vecino de conducta ejemplar y antecedentes inmejorables, y eso termina siendo bueno. En alguna oportunidad dijimos “Torchio mete miedo”, y el manejo de la oposición parece corroborarlo, si no fuera así lo enfrentarían sin problemas.
Esos dos años que tendrá WT de recreo político para abordar nuevamente la intendencia es factible que lo lleven a otras metas y la posibilidad de volver a Casares sea una oportunidad perdida, y Carlos Casares apenas una etapa de su vida política.
Sea lo que fuere, en un país imprevisible como el nuestro, puede pasar cualquier cosa. La etapa de Walter T. como intendente ha sido impecable, reconocerlo es de bien nacido, a los casarenses nos toca apoyar a Stadnik que conoce el tema y será un digno reemplazante del intendente renunciante.