Comenzando por la buena no podemos dejar de reconocer que en materia de seguridad Casares está muy bien. Se han reducido considerablemente los delitos y en ese aspecto debemos reconocer que para que ello suceda debe haber un trabajo policial positivo que desaliente el delito. Si comparamos con otras comunas vecinas, la diferencia es abismal. No con ello estamos culpando al trabajo policial, pero es evidente que así como en otros distritos el tema de la inseguridad es preocupante, en nuestro partido eso no ocurre. Coincidía con nuestra apreciación un miembro de la justicia al que le llamaba la atención la baja del delito en nuestra comuna . Es sin duda una buena noticia que es de esperar perdure ya que el auge del delito es casi un mal generalizado que va en constante aumento y se expresa en todas las variantes.
LA MALA
Lamentablemente el auge de la droga no escapa a Carlos Casares. Es la peor de las noticias porque afecta a nuestra juventud y se diversifica en todas las clases sociales pero especialmente a chicos que recién asoman a la vida y que ya conocen de marihuana, cocaína, mezclan las drogas con alcohol y tienen sus proveedores entre sus iguales, porque los que traen la droga a Casares les pagan a sus pasadores con más droga, por ser ellos también consumidores. El problema es serio, afecta a un universo cada vez más amplio y no se la combate como debiera. No sólo la policía tiene departamentos especializados, sino también la justicia y hace años que no vemos amplios operativos como ocurriera en alguna oportunidad que sorprendieron a la cúpula policial enredada en los caminos de la droga y se realizaron procedimientos y detenciones con un resultado altamente positivo.