CRÉASE O NO
UNA ENCUESTA PUEDE DECIDIR EL FUTURO CASARENSE
Las encuestas, cuando son serias y conllevan la intención de ser una referencia confiable de lo que sabe y opina la ciudadanía, pueden llegar a ser orientadoras y definitorias respecto a la participación de tal o cual ciudadano que desea postularse, o una guía cierta para promover tal o cual candidatura.
Si hiciéramos una encuesta “casera” a una centena de ciudadanos, no obtendríamos prácticamente nada. En cambio si encargáramos una encuesta a un equipo de sociólogos que mide del presunto candidato su conocimiento por parte de la ciudadanía, nivel de popularidad, antecedentes, etc. el resultado se aproximaría a lo que luego reflejarían las urnas. Claro está que no siempre las encuestas son certeras, en realidad los que se equivocan son los encuestadores y de ahí la diferencia que hay entre uno y otro muestreo.
Y ahora vamos a lo que en verdad nos interesa: Se está por realizar una encuesta, encargada por el interesado a un estudio reconocido que ha tenido por lo general aciertos notables, como también algún traspié. Pero lo interesante es ¿quién? solicitó dicha encuesta, lo que revelaría un hecho interesante que seguramente asombrará a la ciudadanía aunque en realidad, por un montón de indicios en algún momento puede haberlo imaginado.
Volviendo a lo que arrojan las encuestas, si la que está a punto de realizarse alumbra el camino del candidato, podemos encontrarnos con una sorpresa que no estaba en la agenda de las próximas elecciones, pero puede estarlo.