EL DIA EN QUE FUIMOS FELICES
Dice un conocido filósofo de renombre mundial que: “la felicidad es desearle benevolencia a los demás y a mí mismo, que yo tenga salud y que todos los seres tengan salud, que yo tenga paz y que todos los seres tengan paz. Que se reduce el odio y el sentido de separación con los otros’’. Respetando esa maravillosa definición, tal vez los argentinos podamos decir que el viernes ppdo. hemos sido profundamente felices porque nuestros corazones se encendieron de alegría por un acto de simpleza tal como la victoria de nuestra selección de fútbol y su pase a una instancia superior. Nada más simple, suficiente para regodear nuestros corazones de felicidad por un lapso imposible de predecir, pero mágico mientras dure.
Pero en realidad ¿fue felicidad o alegría?, sea lo que fuere y aunque confundamos los sentimientos, el estado de felicidad que alcanzamos por ese acontecimiento nos hizo estallar de alegría.
El escriba no puede olvidar que en uno de sus viajes a Rio de Janeiro (Brasil) divisó un enorme pasacalles frente a una concurrida playa, que tal vez nos dio una clara explicación. El mensaje de dicho pasacalles decía lo siguiente: “LOS BRASILEROS SOMOS ALEGRES MÁS NO SOMOS FELICES”.
¿Será ese el estado que nos conmovió de alegría, nos hizo llorar y cantar, salir a celebrar por las calles y por momentos olvidarnos de todos nuestros pesares, y pensar que ese sentimiento que nos colmó de alegría , no fue de felicidad.?.
Provocando a la realidad y también a los filósofos dejemos que una pequeñez como un partido de fútbol, cuyo resultado nos inundó de alegría, nos haya hecho también un poco felices.