EL QUE QUIERA PESCADO QUE SE MOJE…
En realidad al repetir esta antiquísima frase: “El que quiera pescado que se moje el culo”, tomada del Centro Virtual Cervantes, cuyo significado da a entender que hay que sacrificarse y trabajar para conseguir algo, ya sea un bien material o espiritual.
Ese es sin duda alguna el espíritu de la entrega de terrenos que ha realizado el municipio en las gestiones de Torchio y Stadnik, con el compromiso de quienes lo reciben de construir una vivienda en un plazo determinado. Y realmente gracias a ese compromiso, se han inaugurado distintos barrios, cuyas viviendas son producto del esfuerzo de las familias que se han visto favorecidas con la entrega gratuita por parte del municipio de terrenos ubicados en la planta urbana con todos los servicios, llámese luz, agua, gas, etc., y el compromiso de los favorecidos de construir allí su vivienda. Para ello tienen un tiempo establecido y caso contrario si no hacen nada, el terreno en cuestión les será desadjudicado.
El resultado de ese sistema no podía ser mejor, son muchos los terrenos con las casas terminadas, otras en construcción adelantada, en una cabal demostración que “el que quiera terreno, que construya…”.
El derecho a la vivienda está instituido en nuestra constitución, pero ello implica también que en estos tiempos que corren, el esfuerzo debe ser compartido como una forma de sumar la solidaridad del gobierno y el esfuerzo propio de cada ciudadano.
Ese sistema no podía dar mejor resultado, gracias al mismo cientos de familias casarenses disfrutan de su casa propia.