EDITORIAL

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¿ÉSTE ES EL MUNDO QUE QUEREMOS?

Cuesta creer que en este mundo en el que la tecnología supera la capacidad de asombro de los pueblos y el crecimiento actual es apenas una avanzada de lo que vendrá, haya naciones como Rusia que tienen enquistado el odio aún en pueblos que un siglo atrás le pertenecieron y que se independizaron decididos a abandonar su tutelaje y emprender el camino de la superación. Pero el gigante ruso no se bancó que Ucrania se occidentalizara al punto de pretender ingresar a organismos internacionales que Rusia cree enemigos, por lo que hace unos 8 años esbozó un conato de guerra, que luego en febrero de 2022 se materializó invadiendo el territorio ucraniano para declararle oficialmente la guerra. Hasta el más calificado de los analistas pensó que la invasión rusa iba a ser un trámite, cuestión de días, hasta que Ucrania depusiera las armas sometiéndose a la voluntad de su expatrón. Sin embargo la estoica resistencia ucraniana hizo que la guerra se prolongara con decenas de miles de bajas, entre ellas miles de niños y pueblos destruidos por las bombas y la metralla, aunque sin lograr su rendición. Ayudado con armas por el concierto de las naciones occidentales, Ucrania logró resistir la cruel invasión y aún con parte de su pueblo destruido y millones de refugiados, sigue resistiendo con valentía decidiendo no doblegarse ante el poderoso enemigo.

Y como si esto fuera poco, EEUU y Corea del Sur en maniobras de guerra con armas letales apuntan hacia Corea del Norte, que ante lo que consideran una afrenta, dicen estar evaluando la forma en que responderán a dicho comportamiento.

¿Este es el mundo que queremos?. No, por cierto que no. A este paso el peligro a una guerra nuclear es latente y entonces sí que los muertos se contarán con cientos de millones y del mundo solo quedarán los efectos de la devastación.

Basta con estas locuras, demasiados problemas nos traen las pestes, los desastres climáticos, económicos, la corrupción y el daño que le hacemos al planeta. La necedad de los hombres no puede llegar a tanto.

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